GINEBRA, 18 (Reuters/EP)
La ONU está negociando con el Gobierno y los rebeldes libios y la OTAN para que cesen los enfrentamientos durante entre 24 y 72 horas para que la ayuda alimentaria y médica pueda llegar a los civiles, especialmente en el oeste del país, según ha informado este miércoles el coordinador humanitario de Naciones Unidas para Libia, Panos Moumtzis.
El coordinador también ha dicho que en las conversaciones que mantendrá este viernes en Trípoli con las autoridades intentará conseguir garantías para que los trabajadores humanitarios de la ONU puedan llegar hasta la ciudad sitiada de Misrata y a la región de las Montañas Occidentales.
“La pausa humanitaria se basa en principios humanitarios y en la necesidad de poder proporcionar una asistencia vital que la población civil requiere urgentemente”, ha declarado en una rueda de prensa en Ginebra antes de viajar a Túnez.
Moumtzis ha precisado que la interrupción de los combates podría durar entre uno y tres días y que, sin ser un alto el fuego formal, permitirá evacuar a inmigrantes, a heridos y a otras personas que deseen salir de las zonas afectadas por el conflicto. “Me gustaría hacerlo cuanto antes para que todas las partes se pongan de acuerdo”, ha añadido, sin decir una fecha concreta.
La ONU retiró a su personal internacional de Trípoli el pasado 1 de mayo, después de que sus oficinas fueran saqueadas el día en que las autoridades libias anunciaron que un ataque aéreo de la OTAN había causado la muerte del hijo menor de Gadafi y de tres de sus nietos.
Las conversaciones que ha mantenido desde entonces el organismo con el Ministerio de Asuntos Exteriores y la oficina del primer ministro han sido “bastante constructivas y positivas”, según Moumtzis, que la semana pasada se reunió en la ciudad de Benghazi (este) con varios líderes rebeldes.
“No vamos a entrar en el debate político, nuestro objetivo no es político, sino que se basa totalmente en principios y valores humanitarios”, ha aclarado. “Por eso lo llamamos pausa humanitaria, porque implica que todo el mundo deja de luchar y nos permite acceder y respeta nuestra bandera, nuestro carácter civil y nuestros motivos”, ha explicado.
SITUACIÓN GRAVE EN EL OESTE
El coordinador humanitario ha señalado que el conflicto, sumado a los efectos de las sanciones internacionales impuestas a las autoridades libias, ha provocado un problema de escasez de combustibles y ha dificultado la obtención de comida, medicinas y otros artículos básicos.
Se cree que la situación es especialmente grave en el oeste de Libia, donde vive el 80 por ciento de la población del país y donde se encuentra la capital, con 1,2 millones de habitantes. “Realmente, el oeste es como una bomba de relojería. Cuanto más dure el conflicto, más grandes serán las necesidades humanitarias, sobre todo en la zona occidental”, ha advertido Moumtzis.
286 MILLONES DE EUROS
La ONU ha solicitado este miércoles a la comunidad internacional que proporcione 407 millones de dólares (286 millones de euros) en concepto de fondos de emergencia para asistir a 1,6 millones de personas en Libia desde junio hasta agosto. Naciones Unidas ya había pedido previamente 310 millones de dólares (218 millones de euros), pero por ahora solo ha recibido la mitad de esa cifra.
“Los civiles siguen siendo atacados en las zonas de conflicto, y esto debe parar”, ha subrayado Moumtzis en una reunión de donantes. En su opinión, “el supuesto uso de bombas de racimo y minas terrestres y marinas, así como las muertes y las heridas causadas por bombardeos aéreos, demuestran un cruel desprecio hacia el bienestar físico y psicológico de los civiles”.
En el llamamiento que ha hecho la ONU este martes en nombre de 30 organizaciones de ayuda humanitaria se destaca que en Libia se habrían producido violaciones, desapariciones y secuestros durante la guerra.
En el marco de este llamamiento, la Organización Internacional para las Migraciones ha solicitado 150 millones de dólares (105 millones de euros) para poder seguir asistiendo a decenas de miles de inmigrantes que han huido de Libia o se encuentran allí atrapados en una situación desesperada.
Las más de 800.000 personas que han huido de Libia desde que comenzó la crisis, hace tres meses, se han dirigido a Túnez, Egipto, Níger, Chad y Argelia o han llegado por mar a Italia y a Malta.