Partidarios de Correa asaltan el Congreso para exigir reformas

Los diputados ecuatorianos estudian la posibilidad de cambiar la sede del Parlamento, en Quito, a otra ciudad, ante las violentas protestas de grupos que este martes arremetieron contra el Congreso para exigir una consulta popular impulsada por el Ejecutivo para instaurar una Asamblea Constituyente.

La legisladora Martha Bucaram, de la Red, Ética y Democrática (RED) indicó que esa posibilidad podría darse, ya que la ley permite cambiar la sede del Parlamento a otra ciudad.

Bucaram recordó que la sesión parlamentaria de este martes, en Quito, fue suspendida por el presidente del Congreso, Jorge Cevallos, al considerar que había “falta de garantías” en el edificio donde funciona el Legislativo.

Según Bucaram, la suspensión de la sesión se dio en un momento en que el pleno de la Cámara debatía el proyecto de consulta popular del Ejecutivo, con el que prevé la instauración de una Asamblea Constituyente con plenos poderes.

Los partidos de derechas, opuestos a la Constituyente y que dominan la Cámara, intentaban que el pleno decidiera pedir rectificaciones al Gobierno sobre el estatuto de la Asamblea, mientras que los grupos de izquierda, en minoría y afines a la Constituyente, querían la aprobación de la iniciativa del Ejecutivo.

Bucaram indicó que el presidente del Congreso, tras suspender la sesión, pidió a los legisladores que abandonaran el recinto ante la posibilidad de que los manifestantes ingresaran para desalojarlos.

“La evacuación de los diputados se dio de forma tranquila”, añadió Bucaram, tras insistir en que los legisladores podrían definir en las próximas horas el cambio de sede de la Cámara a otra ciudad, ante la amenaza de más protestas por parte de los grupos sociales.

“La ley permite que el Congreso se reúna en otra ciudad que no sea la sede” en Quito, comentó Bucaram, tras criticar a los grupos de mayoría que han dilatado la discusión sobre la consulta popular, apoyada por un 77% de la población, según las encuestas.

En los incidentes de este martes en la sede del Parlamento -un edificio cedido por el Banco Central al Congreso, en el centro de la capital, hasta que se reconstruya el Palacio Legislativo-, resultaron heridos una fotógrafa de la Agencia Efe y varios policías.

Por otra parte, los manifestantes han anunciado que las protestas continuarán hasta que el Congreso deje de oponerse a la consulta popular impulsada por el Gobierno del presidente izquierdista Rafael Correa.

El propio presidente Correa condenó este martes los actos violentos sucedidos en el Parlamento y pidió a la población que ejerza su “derecho a la protesta de manera totalmente pacífica”.

De todos modos, el Gobierno responsabilizó del clima de inestabilidad en el país a los vocales del Tribunal Supremo Electoral y a los diputados del Congreso, “por su actuación en contra de la voluntad manifiesta de los ciudadanos”, que exigen la instauración de la Asamblea Constituyente.