El periodista español Emilio Morenatti, empotrado en las tropas estadounidenses en Afganistán, ha resultado herido a causa de una explosión en el sur del país centroasiático, al igual que su colega indonesio Andi Jatmiko, informó este miércoles la agencia Associated Press, para la que trabajan ambos reporteros.
La agencia explicó en un comunicado publicado en su página web que Morenatti, fotógrafo, y Jatmiko, camarógrafo, viajaban con los militares cuando la explosión de una bomba colocada en la carretera impactó contra su vehículo cerca de Kandahar (sur).
Ambos fueron trasladados inmediatamente a un hospital en la ciudad de Kandahar, donde Morenatti, de 40 años, con una herida grave en una pierna, se sometió a una operación en la que finalmente tuvieron que amputarle el pie. Por su parte, Jatmiko, de 44 años, también resultó herido en una pierna y se fracturó dos costillas.
El presidente de AP, Tom Curley, declaró que las heridas de ambos reporteros reflejan “el riesgo al que se enfrentan cada día periodistas como Emilio y Andi, ya que ellos integran las primeras líneas de los puntos más peligrosos del mundo. Les agradecemos su valor y su compromiso con las noticias. Nuestros corazones están con ellos y con sus familias, especialmente con la mujer de Emilio, Marta, y la de Andi, Pingkan”.
Morenatti, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) y cuyo trabajo como fotógrafo en distintas partes del mundo ha sido reconocido con varios premios, trabaja para AP desde abril de 2005. Ha trabajado para la agencia en Afganistán, Israel y los territorios palestinos, y actualmente está establecido en Islamabad, Pakistán. El 24 de octubre de 2006 fue secuestrado en la Franja de Gaza y liberado el mismo día.
En declaraciones a Europa Press, Miguel Ángel Morenatti, hermano del periodista herido, explicó que por el momento saben que Emilio se encuentra “estable” y que “va a ser trasladado a Dubai”.
La familia, que se encuentra en un evidente estado de nerviosismo, no sabe “nada más” por el momento, aunque esperan recibir noticias de los médicos y la agencia, que son los quienes les han venido facilitando la escasa información que por el momento poseen.
El comunicado destaca que los periodistas corren más riesgo de ser víctimas de las bombas al estar empotrados en las tropas extranjeras que están llevando a cabo nuevas ofensivas en Afganistán. Asimismo, recuerda que las bombas colocadas en las carreteras son la causa de la mayoría de las muertes de soldados en la guerra.
En total, 18 periodistas han perdido la vida en Afganistán entre 1992 y 2008, lo que convierte al país centroasiático en el undécimo más peligroso para los trabajadores de los medios de comunicación, según cifras del Comité de Protección de los Periodistas, y al menos uno más ha muerto este año, cita el comunicado.