SIDNEY, 15 (EUROPA PRESS)
El Boeing 747 de Qantas que se dirigía a Argentina y que tuvo que regresar a Sidney perdió presión en la cabina ha causa de un fallo en el sistema eléctrico de la aeronave, según ha confirmado la aerolínea australiana tras los primeros informes.
En un comunicado, la compañía informó de que los ingenieros de la aerolínea están inspeccionando la aeronave para determinar la causa del problema.
“Los informes de que el avión perdió presión en la cabina principal son correctos, pero el suministro de oxígeno a la cabina no se vio afectado”, aclaró la compañía, que destacó que la tripulación actuó “correctamente” y de acuerdo al protocolo de seguridad.
El avión despegó a las 11.11 horas de la mañana (hora local) y aterrizó a en el aeropuerto de Sidney a las 1.22 horas (hora local). A bordo del avión viajaban 199 pasajeros y 21 miembros de la tripulación, tres comandantes y 18 tripulantes de cabina, que han podido embarcar en el siguiente vuelo hacia Argentina a las 17.00 horas de la tarde (6.00 de la mañana en la España peninsular).
La aerolínea, que ya ha notificado el incidente a la Agencia Europa de Seguridad Aérea y a la Oficina de Seguridad del Transporte Aéreo australiana, lamentó las molestias ocasionadas a los pasajeros y aseguró que atenderá a todos los afectados.
Este incidente es el cuarto que sufre la aerolínea en apenas doce días, si bien Qantas sólo ha confirmado oficialmente éste y el incidente con el A380, que aterrizó de emergencia en Singapur el 4 de noviembre, con 466 pasajeros a bordo.
A raíz de este incidente, el primero grave desde el lanzamiento del 'superjumbo' en 2005, Qantas decidió suspender las operaciones a bordo de sus seis A380, después de la explosión en pleno vuelo de uno de los motores Trent 900, del fabricante Rolls-Royce.
Un día después, un avión Boeing 747 se vio obligado a regresar al aeropuerto de Singapur, donde logró aterrizar sin complicaciones, después de haber experimentado en vuelo problemas también en uno de sus motores.
El pasado viernes un Boeing 767 de la aerolínea australiana Qantas, que cubría la ruta Perth-Melbourne, tuvo que regresar al aeropuerto de Perth tras detectar una vibración en el motor izquierdo del aparato, de la firma General Electric.