El presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, ha reprochado al régimen marroquí la represión desatada contra los manifestantes saharauis acampados en Agdeim Izik, a las afueras de El Aaiún, un gesto que comparó con los últimos abusos en Sudáfrica en la última fase del Apartheid o en otros países como Timor Oriental o Namibia.
“La historia más reciente, en Timor Oriental, Sudáfrica y Namibia entre otros, nos ha demostrado que prácticas de esa índole fueron sinónimo del abuso una vez que se halla en fase terminal, y del oscurantismo antes de salga el sol de la justicia al final; y denota debilidad pese a la brutalidad de la represión”, señala Abdelaziz en una carta abierta dirigida al rey de Marruecos, Mohamed VI.
Abdelaziz, quien también ejerce como secretario general del Frente Polisario, se refería a las “torturas, violaciones, intimidaciones y secuestros” perpetrados por las fuerzas de seguridad marroquíes durante el desalojo del campamento de protesta “pacífico” desmantelado el 8 de noviembre. “El balance: miles de heridos, detenidos, desaparecidos y una lista incompleta de muertos”.
El dirigente saharaui insistió en el carácter pacífico de la protesta de Agdeim Izik. “Unos 30.000 civiles saharauis decidieron, desde principios de octubre pasado, concentrarse y reivindicar pacíficamente, de forma cívica como corresponde al espíritu del siglo XXI, unas demandas legítimas referentes al derecho a una vida digna en sus tierras, a poder disfrutar de sus riquezas naturales y de que se respeten los Derechos Humanos de los saharauis”, señala.
Además, destaca que el desalojo “se hizo coincidir deliberadamente” con la fecha del inicio de una nueva ronda de contactos informales entre Marruecos y el Polisario, citados ese mismo día en Nueva York.
Tras el desalojo y los disturbios en El Aaiún, Marruecos, asegura Abdelaziz, se sumió en “una campaña de confrontación con la comunidad internacional (...) con el cierre del territorio a los observadores internacionales, a la prensa independiente, a los parlamentarios extranjeros”. “En lugar (...) de depurar responsabilidades (...), prefirió una huída hacia delante'”, apela Abdelaziz a Mohamed VI.
En ese sentido, acusa al régimen marroquí de poner en marcha una campaña dirigida a la opinión pública interna. “Se juega con fuego al avivar las llamas del odio, instigar a las trifulcas de tintes racistas, azuzar a sectores de la población civil marroquí contra la población civil saharaui e incitarles a cometer los peores crímenes contra los mismos, allanar sus moradas y saquear sus bienes”, advierte.
En cualquier caso, Abdelaziz destaca el futuro “inexorable” de las relaciones de fraternidad y buena vecindad entre los dos pueblos, el saharaui y el marroquí, y señala la celebración de un referéndum de autodeterminación “libre, democrático y transparente bajo los auspicios de las Naciones Unidas” como única vía para lograrlo.
En ese sentido, el presidente saharaui recuerda el compromiso del padre de Mohamed VI, Hasán II, quien manifestó su apoyo a la celebración del referéndum, lo que permitió el alto el fuego de 1991. “Vuestra Majestad está llamada, mas que en cualquier otro momento, para honrar la memoria de Vuestro difunto padre, Hasán II, y de cumplir con los compromisos y acuerdos internacionales que suscribió con el Frente Polisario que estipulan respetar la voluntad del pueblo saharaui”, concluye el texto.