KANTHARALAK (TAILANDIA), 10 (Reuters/EP)
Los residentes en el lado tailandés de la frontera con Camboya han comenzado a regresar a sus casas, casi una semana después de que se iniciaran los combates entre las tropas de ambos países en torno al templo hindú de Preah Vihear, un área montañosa cuya soberanía reclaman las dos naciones.
Las organizaciones humanitarias desplegadas en la zona calculan que unas 30.000 personas han sido desplazadas por el conflicto, la mitad de cada nacionalidad. En Tailandia, miles de ellas han iniciado la vuelta a sus hogares, según informó el gobernador de la provincia de Sri Sa Ket, Somsak Suvarnsujarit.
“La mayoría de los que se replegaron en poblaciones lejanas al escenario de los combates han optado por volver, pero hemos pedido a los habitantes de la zona fronteriza que se queden ahí porque la situación aún es incierta”, dijo el político, que elevó la cifra de desplazados tailandeses a 21.000.
Hace dos días cesaron los enfrentamientos, no obstante, las fuerzas de ambos países continúan en alerta, especialmente después de que el primer ministro camboyano, Hun Sen, calificara este conflicto de “guerra”. Así, al menos una veintena de tanques y otros vehículos militares tailandeses se han trasladado hasta la frontera. Si bien, los dos países niegan que estén nutriendo los efectivos desplegados.
Entretanto, continúan los esfuerzos diplomáticos para contener el conflicto, que hasta el momento arroja un saldo de 11 muertos y 89 heridos. Está previsto que Sen y su homólogo tailandés, Abhisit Vejjajiva, viajen a Nueva York para exponer la cuestión ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.