Quedan seis días para que se cumpla el plazo dado por los expertos que forman el comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) para poder dar por acabada la erupción en Cumbre Vieja, La Palma, siempre y cuando el volcán siga mostrando niveles de actividad prácticamente nulos. De ser así, estamos ante el final de este proceso eruptivo, tal y como lo explicó el vulcanólogo Juan Carlos Carracedo, que afirmó que el último episodio de explosividad del pasado fin de semana fue una especie de “último estertor” del volcán.
En sus tres meses de actividad, esta erupción ha marcado varios hitos, entre ellos el ser la más larga desde que hay registros en La Palma, o la más destructiva, ya que, a diferencia de otras, ha afectado de lleno a una zona urbana, borrando del mapa varias poblaciones. Aquí recopilamos diez rasgos que hacen de este volcán, aún sin nombre, distinto a otros:
El más longevo
Cuando el pasado domingo rebasó los 84 días activo, la erupción pasó a ser la más larga desde que hay registros en la isla de La Palma, superando a la de Tehuya, ocurrida en 1585. Este viernes aún no se ha dado por concluido el proceso, y no se hará al menos hasta el próximo días 25 de diciembre, que es cuando expira el plazo de 10 días dado por los científicos y siempre que se mantenga la inactividad actual. Por tanto, si el 25 supusiera el fin, el volcán habría protagonizado una erupción de 97 días.
Erupción urbana
A diferencia de la última erupción terrestre ocurrida en Canarias, la del Teneguía, en 1971, el volcán surgido en septiembre en Cumbre Vieja ha expulsado sus coladas de lava sobre una zona muy edificada, el Valle de Aridane, en el que residen unas 30.000 personas. Eso ha propiciado que la destrucción material sea muy elevada y haya dejado imágenes (ya para la historia) de la lava sepultando elementos tan cotidianos como carreteras, edificios, jardines, piscinas o coches, entre otras cosas.
Una erupción muy fotografiada
Se trata de la primera erupción ocurrida en pleno siglo XXI, lo que se ha traducido en que hay innumerables imágenes del proceso eruptivo desde incluso antes de comenzar. Las redes sociales han jugado un papel determinante a la hora de dar visibilidad a este volcán, aún sin nombre oficial, ya que han sido un canal inagotable de difusión de información, fotos y vídeos, tanto desde fuentes oficiales, como el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), la Unidad Militar de Emergencias (UME) o el CSIC, como de vecinos y turistas, atraídos por el fenómeno.
Tecnología para ver las entrañas del volcán
No solo las redes sociales han hecho de esta una erupción diferente; también la tecnología, como los drones, han jugado un importante papel en la investigación sobre el terreno, su observación y su utilización a la hora de tomar decisiones sobre seguridad, por ejemplo. Los vídeos grabados desde drones se han hecho ya familiares en estos tres meses de erupción y han permitido ver el avance de la lava, la emanación de gases, el mismísimo cráter activo y hasta el interior de los tubos lávicos, una erupción como nunca antes se había visto.
Cobertura mediática y explosión en directo
También esta ha sido la erupción canaria con mayor repercusión en el planeta, ya que ha llegado a aparecer en medios de comunicación de todos los continentes. Así, televisiones de Estados Unidos en incluso Japón recogieron las imágenes de la lava deslizándose por el Valle de Aridane destruyendo todo a su paso. De hecho, la cobertura comenzó incluso antes de la erupción, cuando ya se preveía que la aparición de un nuevo volcán era inminente. Lo que no se sabía era el punto exacto en el que la tierra se abriría para dejar paso al magma, pero justo varios equipos de la Televisión Canaria se encontraban en el momento de la explosión preparados para sus conexiones con el informativo de la tarde, y así fue como muchos canarios pudieron ver prácticamente desde el primer instante la formación de este volcán, que ha alcanzado los 188 metros de altura.
Cifras récord
El volcán de Cumbre Vieja, en sus tres meses de actividad, ha dejado algunas cifras de récord que lo sitúan como el más destructivo y grande de la isla desde que hay registros. Sus coladas de lava han arrasado, según la última actualización del sistema europeo Copernicus de imagen satelital, 1.237 hectáreas de terreno y 2.988 edificaciones; ha provocado la evacuación de 7.000 personas y ha expulsado más material que ninguno, con 159 millones de m3. Además, la anchura total de la lava ha alcanzado un cifra inusual, 3.350 metros en su punto máximo, y el perímetro total afectado es de 68,90 kilómetros.
En cuanto a la superficie de cultivos cubierta por la lava, se calculan en unas 369,95 hectáreas. De ellas, más de la mitad, 228,58 hectáreas son plataneras; 68 viñas y 27,43 aguacates. A estas cifras hay que añadir la superficie aislada por las coladas, que se ha estimado en unas 72,7 hectáreas de plataneras y 2,26 de viñas.
Sobre los daños de infraestructuras viarias, se calcula en más de 73 kilómetros las vías afectadas, de las cuales casi 11 son insulares y el resto calles, travesías y otros viarios.
Explosión de solidaridad y ayudas
También este volcán ha sido el que mayor ayudas ha generado, no solo las oficiales, sino también por la avalancha de solidaridad que ha despertado por todo el país y en distintos ámbitos sociales y a la que han contribuido en gran medida los medios de comunicación, que han servido de altavoz para el drama que sufren las personas afectadas por la pérdida de sus hogares o sustento. Así, se han recaudado ya en las cuentas del Cabildo Insular 8.979.746,92 euros, según datos actualizados el 12 de diciembre. Pero también ha habido homenajes y recuerdo para todos los palmeros en distintos escenarios, como campos de fútbol de primera división, canchas de la NBA, conciertos por todo el país (como el de la Sinfónica de Madrid), televisiones nacionales, redes sociales (recaudación de Ibai Llanos con otros streamers), galas internacionales (como el Balón de Oro), entregas de premios (como los Premios Forqué), y multitud de actos culturales o deportivos, entre otros, como el partido homenaje a La Palma entre leyendas del CD Tenerife y del Real Madrid.
El volcán más estudiado
Sin duda la erupción de Cumbre Vieja ha sido la que mayor número de científicos ha reunido para la ocasión. En sus laderas han convivido, y conviven aún, profesionales de distintos organismos, instituciones y especialidades, tanto nacionales como internacionales, que han recopilado datos y contribuido a la divulgación científica, como el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el CESIC, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), el Instituto Español de Oceanografía (IEO), o las dos universidades de Canarias (ULL y ULPGC). Algunos científicos, incluso, se han convertido en habituales de los medios de comunicación al protagonizar las ruedas de prensa sobre la evolución del proceso eruptivo, como Miguel Ángel Morcuende, portavoz del comité director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), y María José Blanco, directora del IGN en Canarias y portavoz del comité científico del Pevolca.
El único visitado por un monarca y casi todo el Consejo de Ministros
Para cerrar esta lista de singularidades hay que mencionar que el volcán de Cumbre Vieja, por su repercusión y daño causado, también ha sido el que más visitas ha atraído, y no solo de turistas, que también, sino de personalidades. Prácticamente todo el Consejo de Ministros del Gobierno de España se ha acercado hasta La Palma para ver de cerca la erupción y, de paso, atender en primera línea la emergencia. El presidente, Pedro Sánchez, ha acudido a la isla hasta en siete ocasiones. También el líder de la oposición Pablo Casado, visitó dos veces la isla.
Y los Reyes, Felipe VI y Doña Letizia, también acudieron al Valle de Aridane en las primeras semanas de la erupción convirtiéndose así en los primeros monarcas de España en asistir a la erupción de un volcán en Canarias.
El único que ha convivido con una pandemia
Este volcán ha logrado lo que pocos sucesos han conseguido en los últimos dos años: robar protagonismo a la pandemia de coronavirus, y es el único que ha convivido con una situación sanitaria de este tipo. Así, a las medidas de precaución por los terremotos y la emanación de gases, los palmeros han tenido que recordar que seguía circulando el virus causante de la COVID-19 y cumplir con las restricciones vigentes y las medidas de prevención. La parte positiva es que cuando se ha recomendado el uso de mascarillas FFP2 por la presencia de gases la ciudadanía ya sabía de qué se estaba hablando, o que cuando se impuso un confinamiento en determinados barrios ya había practicado por culpa del virus.
Irónicamente, ahora que el volcán parece apagarse, es la pandemia la que vuelve a preocupar, con una sexta ola que está dejando las cifras más altas de contagios diarios en las islas desde que comenzó, hace casi dos años.