Minicrónonica de la isla en menos de 1000 caracteres. Destilando la actualidad gota a gota, sin filtros.
El pintor de la luz
A Inocencio Rodríguez Guanche (1914-2014) le pasa lo que a otros tantos pintores: el tiempo pasa y los homenajes (cuando llegan) son a destiempo. Sin embargo, a este maestro y artista tacorontero le va a llegar el suyo y será en un municipio gomero, en Agulo, donde fue alcalde allá por los años 50. Siempre se ha dicho que este enclave que vio crecer al muralista Aguiar, quizá su hijo más ilustre (el año próximo hará 40 años de su fallecimiento), ha sido lugar de artistas. No sólo pintores, también literatos. Sin embargo, siempre se olvidan de quienes, de manera transitoria, recalaron en él. En este caso, nuestro acuarelista fue un excelso artista de olvido injustificado. Un pintor que jugaba con la luz como quien da patadas a un balón. Técnica, estilo y un grato recuerdo en quienes le conocieron. En San Marcos tendremos ocasión de conocer mejor su obra y, de esta manera, dar un pequeño homenaje a un maestro a quien le tocó ser alcalde de Agulo pero que nunca dejó de lado el arte. Como muestra, observen esta acuarela de unas lavanderas en el barrio de Las Rosas. Imperdible. Por cierto, unos vecinos del municipio están haciendo una encomiable labor catalogando su obra, amplia y diversa. Un trabajo que fructificará en una gran exposición de la que, de momento, no puedo dar más pistas, pero será hecha con el corazón y sin Administraciones de por medio. De los vecinos a su alcalde pintor. Pero todavía hay que esperar.
A Inocencio Rodríguez Guanche (1914-2014) le pasa lo que a otros tantos pintores: el tiempo pasa y los homenajes (cuando llegan) son a destiempo. Sin embargo, a este maestro y artista tacorontero le va a llegar el suyo y será en un municipio gomero, en Agulo, donde fue alcalde allá por los años 50. Siempre se ha dicho que este enclave que vio crecer al muralista Aguiar, quizá su hijo más ilustre (el año próximo hará 40 años de su fallecimiento), ha sido lugar de artistas. No sólo pintores, también literatos. Sin embargo, siempre se olvidan de quienes, de manera transitoria, recalaron en él. En este caso, nuestro acuarelista fue un excelso artista de olvido injustificado. Un pintor que jugaba con la luz como quien da patadas a un balón. Técnica, estilo y un grato recuerdo en quienes le conocieron. En San Marcos tendremos ocasión de conocer mejor su obra y, de esta manera, dar un pequeño homenaje a un maestro a quien le tocó ser alcalde de Agulo pero que nunca dejó de lado el arte. Como muestra, observen esta acuarela de unas lavanderas en el barrio de Las Rosas. Imperdible. Por cierto, unos vecinos del municipio están haciendo una encomiable labor catalogando su obra, amplia y diversa. Un trabajo que fructificará en una gran exposición de la que, de momento, no puedo dar más pistas, pero será hecha con el corazón y sin Administraciones de por medio. De los vecinos a su alcalde pintor. Pero todavía hay que esperar.