El escritor y premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, reivindicó este martes, 9 de septiembre, el español “como lengua literaria” y consideró que las sociedades libres son solo las sociedades que son cultas. Vargas Llosa dijo estas palabras durante el discurso inaugural de la segunda edición del Festival Hispanoamericano de Escritores, intervención en la que añadió que solo la gran literatura es capaz de desarrollar en “nosotros el espíritu crítico”. Espíritu tan necesario en unos días en los que se están produciendo importantes retrocesos no solo en los países más desfavorecido sino también en los ricos, donde están triunfando “la demagogia y el nacionalismo”. La buena literatura, opinó, “nos defiende de todo eso”.
El discurso del escritor se centró fundamentalmente en el español como lengua, a la que calificó como “una de las grandes contribuciones de España en América”, una América que antes de la llegada de los primeros europeos hablaba del orden de los 1500 a 2000 dialectos, “una extraordinaria diversidad que el español unificó, un hecho del que debemos sentirnos orgullosos”, dijo.
“Han sido los pueblos donde se habla español los que han hecho posible que sea una lengua tan viva y literaria”, y elogió que el Festival Hispanoamericano de Escritores se celebrara en Canarias, en concreto en Los Llanos de Aridane, porque el archipiélago “debe ser un puente entre España y América Latina”.
Para el Premio Nobel “la literatura moviliza una serie de fuerzas que obliga a un esfuerzo intelectual y enriquece nuestro lenguaje. Solo la literatura tiene esta virtud. No hay manual que permita conocer el idioma en toda su riquísima diversidad, eso solo lo enseñan las grandes poesías, novelas y ensayos escritos en nuestra lengua”.
Lo mejor de la literatura es que exige al lector un esfuerzo intelectual que “nos enriquece y estimula nuestra imaginación” aunque la mejor literatura, dijo, produce “en nosotros un malestar ya que descubrimos un mundo que inventamos que resulta ser más rico y diverso que el real”.
Explicó cómo durante el siglo XVI se prohibieron las novelas en Hispanoamérica, aunque se continuó leyendo gracias al contrabando de libros. Esta prohibición afectó a la vida cotidiana en la América española e impregnó de ficción la vida de los americanos que acabaron por confundir lo real con lo irreal.
El escritor reiteró que la ficción genera malestar pero que también es “una locomotora de progreso al crear insatisfacción con el mundo tal y como es”. Para Vargas Llosa, la literatura crea ciudadanos que discrepan con la realidad e impregna a esos ciudadano de espíritu crítico. Es importante que una sociedad que quiere ser crítica sea una sociedad de lectores de buena literatura, añadió. “Hay que difundir la gran literatura porque desarrolla en nosotros espíritu crítico. Las sociedades libres son las sociedades cultas”, concluyó.
Le Clézio
El acto inaugural del II Festival Hispanoamericano de Escritores contó antes del discurso de Mario Vargas Llosa en la plaza de España de Los Llanos de Aridane con la intervención del también premio Nobel de Literatura Jean Marie Gustave Le Clézio, quien al no poder asistir al encuentro por motivos de salud, grabó en vídeo una hermosa conferencia que tituló Al mar, en la que contó sus vinculaciones con Canarias, al atracar el barco en el que viaja de niño con su familia en el puerto de la Luz, en la capital grancanaria, y el hechizo que tanto su padre como él sintieron al ver la isla. “No nos quedamos a vivir porque mi padre no hablaba español”, dijo. En su intervención, que pronunció en español, explicó además cómo el mar ha estado presente en su obra así como en sus lecturas. Citó a modo de final un verso de Las flores del mal, de Baudelaire: “Hombre libre / querrás siempre el mar”.
El vídeo se exhibió en el salón de actos del Museo Arqueológico Benahorita, y tras finalizar, intervino la poeta Elsa López que recitó algunas poesías en la que estuvo muy presente La Palma, el mar y los amigos ausentes.
El II Festival Hispanoamericano de Escritores es una iniciativa de la Cátedra Vargas Llosa, el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane y el Cabildo Insular de La Palma, con la colaboración del Instituto Cervantes, la Fundación Universidad de Guadalajara y el programa Canarias Crea Canarias del Gobierno de Canarias.