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La cosecha de uva superará este año los 750.000 kilos

La vendimia en La Palma dará comienzo este viernes, 16 de agosto, en la subzona Hoyo de Mazo, “un día más tarde que en la campaña 2012”, informa en un comunicado Jorge Pedrianes Pérez, responsable de Imagen y Comunicación del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vinos. “Hacer una previsión en cuanto a los posibles kilos de uva que se recolectarán este año es muy difícil, pero todo apunta a que se superarán los 750.000 kilogramos de la cosecha anterior”, señala. La vendimia en la Isla, apunta, “es de las más largas de España y hasta de Europa, debido a la orografía del terreno que determina muchos microclimas diferentes prolongándose durante casi tres meses”.

La Denominación de Origen de Vinos La Palma, explica, “se divide en tres subzonas de producción diferenciadas por las variedades, clima, suelo y sistemas de conducción” ya que “la Isla”, insiste, “debido a su orografía es muy singular” y “podemos encontrar viñedos desde el nivel del mar, hasta los 1.400 metros de altitud”.

En cuanto a las condiciones meteorológicas del 2013, “en términos generales podemos decir que el invierno fue muy favorable con abundantes lluvias y bien distribuidas a lo largo del mismo”. Subraya que “fue el frío lo que garantizó una buena parada vegetativa” y “nació mucha uva y se preveía una buena cosecha”.

Mayo y junio “fueron unos meses muy frescos con lluvias persistentes y mucha humedad, lo que provocó, por un lado, corrimiento de racimos en aquellas viñas que se encontraban en floración y cuajado y, por otro, aparición de enfermedades fúngicas de forma generalizada”. Estos días de “lluvia persistente y brumas impidieron que los viticultores pudieran dar en tiempo y forma los tratamientos adecuados para la prevención de estas enfermedades, facilitando la propagación de las mismas”.

El verano “se hizo esperar y en aquellos viñedos en los que se pudo dar los tratamientos oportunos con azufre en espolvoreo, ideales para prevenir el Oidio (la ceniza), la uva permaneció sana”. Los viticultores que tenían contratado “el seguro del viñedo con la opción que cubriera los daños producidos por bruma pudieron hacer uso de él”.