“La situación de sequía en La Palma es grave y todos tenemos que ahorrar agua”

Cada día es más evidente que el agua es un recurso escaso y La Palma, a pesar de que históricamente ha disfrutado de una privilegiada riqueza hídrica, si no se gestiona bien el líquido elemento, al depender de la lluvia, puede tener problemas. El presidente de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (Aspa), Miguel Martín, ha asegurado a La Palma Ahora que “la situación de la sequía en este momento es grave, como lo fue en años anteriores, y por lo tanto tenemos que seguir trabajando desde todos los sectores, desde la administración y desde la iniciativa privada -el Consejo Insular de Aguas y las propias organizaciones agrarias- de cara a buscar soluciones, posiblemente mirando a un horizonte mucho más allá de estos meses próximos, hablamos de unos 10, 15 o 20 años para ver definitivamente qué necesidades tenemos en agua en La Palma”. 

Miguel Martín considera que es necesario analizar “de qué agua disponemos en la Isla y hasta dónde podemos llegar, porque posiblemente tenemos que hacer cambios en los sistemas de riego, mejorar los ya existentes y optimizarlos; en definitiva, intentar ahorrar el máximo de agua posible porque no hay más que la que tenemos, llueve lo que llueve, y no podemos hacer nada en ese sentido”, advierte. 

Subraya que “hay obras hidráulicas importantes que hay que hacer en La Palma de cara a ese ahorro”. En este sentido cita la finalización de la balsa de Vicario, en Tijarafe, una obra que lleva cinco años de retraso y que “nos puede ofrecer agua para disponer en la zona del Valle en los veranos que es cuando más la necesitamos”, asegura. “También es importante concluir el desdoblamiento del tubo desde el noroeste, de Barlovento hasta Tijarafe, que nos permita disponer de más agua lo antes posible”, añade. 

“Tenemos que ver qué obras son las necesarias para La Palma de cara a un futuro para buscar ayudas en las distintas administraciones y no perder agua, como es el caso de las presas de Aduares o de El Paso, un conjunto de presas pequeñas que nos posibiliten almacenar agua cuando llueva”, explica. 

El presidente de Aspa defiende que “a lo largo de esos 10, 15 o 20 años tenemos que plantearnos si hay que reutilizar aguas depuradas o hablar de plantas desalinizadoras, eso es un paso más al futuro pero que creo no podemos perder tiempo; debemos abordar este tema con tranquilidad y sosiego, pero sin perder tiempo, hay que ponerse de acuerdo sobre qué tenemos que hacer con el agua en La Palma”, remarca. 

“En la actualidad, el ciudadano puede creer que no hay problemas porque abrimos el grifo y hay agua, pero sí lo hay y todos tenemos que ahorrar, el ciudadano y el agricultor optimizando los riegos”, apunta. “Si lo hacemos así podemos estar hablando de un futuro halagüeño, de lo contrario, tenemos que pensar que los cultivos de secano cada vez irán a menos porque tendrán muchas dificultades”, pronostica. “También habrá zonas que hoy están de secano que si las queremos seguir cultivando tendremos que pasarlas regadío, no será un regadío intenso pero sí esporádico”, afirma. Avanza que “pueden desaparecer zonas de cultivo como los forrajes, los cereales para el ganado, con lo que el sector ganadero puede ser uno de los más perjudicados porque tendría que comprar forraje y los costes de producción son mayores”.

Concluye que “la situación es preocupante, y es necesario trabajar todos en la misma línea y a nosotros nos van a tener de la mano lógicamente como organización profesional agraria para buscar una solución de futuro porque creemos que hay medidas que hay que tomar ahora, de cara a los próximos meses, pero también medidas de futuro porque los pozos tienen un límite y las galerías si no llueve van a ir mermando”.