Descubren con el Grantecan que el magnetismo de los agujeros negros es “sorprendentemente débil”
Investigadores de la Universidad de Florida, según un estudio publicado este jueves en la revista Science, han descubierto, con el instrumento CIRCE instalado en el Gran Telescopio Canarias (GTC o Grantecan) del Observatorio del Roque de Los Muchachos (Garafía), que los agujero negros, “que se caracterizan por tener una atracción gravitacional intensa que devora estrellas y lanza corrientes de materia al espacio casi a la velocidad de la luz, poseen campos magnéticos significativamente más débiles de lo que se pensaba”, se indica en un comunicado del Instituto de Astrofísica de Canarias.
En la nota se explica que “V404 Cygni, el primer agujero negro observado desde la Tierra por un equipo de investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), vuelve a ser noticia”. En esta ocasión, “gracias a él se han obtenido las primeras medidas precisas del campo magnético que rodea a estos objetos celestes”. Los autores del estudio, que se publica este jueves en la revista Science, “han comprobado que la energía magnética alrededor de este agujero negro es 400 veces menor que las estimaciones que se preveían.
Añade que “gracias a estas nuevas mediciones, los científicos podrán comprender mejor cómo funciona el magnetismo de los agujeros negros, ahondando en nuestro conocimiento sobre cómo se comporta la materia en condiciones extremas”. Estos nuevos datos “podrían ampliar los límites de la energía de fusión nuclear y los sistemas de GPS y aplicarse a otras investigaciones para revelar cómo los jets (chorros de partículas) salen disparados de estos abismos celestes, mientras que todo lo que les rodea es absorbido por ellos”.
“Nuestras medidas, sorprendentemente bajas, forzarán nuevas restricciones en los modelos teóricos que anteriormente se enfocaban en campos magnéticos fuertes que aceleran y dirigen los flujos de chorro”, explica Stephen Eikenberry, profesor de astronomía en el College of Liberal Arts and Sciences de la Universidad de Florida y uno de los autores del estudio. Eikenberry asegura que no esperaban obtener estos resultados.
Los autores del estudio desarrollaron la mediciones a partir de los datos recopilados en 2015 durante el estallido de chorros de este agujero negro. Este evento fue observado con la cámara infrarroja CIRCE (Canarias InfraRed Camera Experiment), “instalada en el Gran Telescopio Canarias (GTC) y a través de UltraCAM, del telescopio William Herschel, ambas en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía)”. También se utilizaron observaciones de “rayos X del Instituto de Tecnología de California y el telescopio espacial NuSTAR de la NASA; así como datos del Arcminute Microkelvin Imager, telescopio ubicado en el Reino Unido”.
Yigit Dalilar, autor principal del artículo, recordó que estas explosiones en los agujeros negros son efímeras. En el caso de los estallidos de V404 Cygni en 2015, apenas duraron un par de semanas. “Observarlo fue algo que sucede una o dos veces en la carrera”, dijo Dalilar. Y señaló que “este descubrimiento nos pone un paso más cerca de comprender cómo funciona el universo”.
El GTC, instalado en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, se recuerda en la nota, forma parte de la red de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS) de España.