La alcaldesa del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, Noelia García Leal, lamenta la pérdida del arquitecto e hijo predilecto del municipio, Rubens Henríquez, que falleció este miércoles, 26 de abril, a los 92 años de edad y al que la Corporación municipal brindó en junio de 2013 un emotivo reconocimiento, concediéndole la máxima distinción de la Ciudad por su especial contribución al desarrollo urbanístico y la transformación social de Los Llanos de Aridane, se informa en nota de prensa.
La bandera de las Casas Consistoriales ondeó estos días a media asta en señal de luto por su fallecimiento. Gesto al que se sumó ayer la propuesta de la alcaldesa de mantener un minuto de silencio previo al comienzo del Pleno Municipal al que se sumaron todos los concejales de las diferentes formaciones políticas representadas en la corporación municipal y en el que la regidora rindió unas sentidas palabras sobre la figura del arquitecto.
Noelia García trasladó sus condolencias a la familia de Henríquez y recordó que “su huella permanecerá grabada para siempre en nuestras calles y en la memoria de todos y cada uno de los aridanenses, tanto de las generaciones presentes como futuras, que podremos contemplar creaciones únicas de un arquitecto precursor, que rompió moldes y cánones, supo encontrar los hilos perdidos de la modernidad, planificar y ordenar el territorio con amplitud de miras más allá del concepto y las fronteras municipales, adelantándose en sus concepciones a los planes insulares”.
“No en vano Rubens Henríquez planteó un desarrollo urbanístico de Los Llanos de Aridane ordenado, con capacidad para enlazar el casco urbano con los distintos barrios de manera fluida, crear espacios para equipamientos y servicios, avanzar en la dotación de infraestructuras, manteniendo y previendo zonas para la vegetación y contribuyendo desde la visión integral en la planificación territorial a que el desarrollo y crecimiento del municipio garantice la sostenibilidad y la calidad de vida de sus ciudadanos”, recuerdan.
García Leal reconoció una vez más, el perfil humano del arquitecto aridanense, “fiel a sus principios, profundas creencias y firmes convicciones y, además, defensor de los valores humanos y su integración con el paisaje”.
Aridanense polifacético
A lo largo de su vida profesional Rubens Henríquez destacó no sólo como urbanista y arquitecto, sino que además, en el ámbito político, colaborando activamente en el desarrollo legislativo de la Ley del Suelo con la que incrementó el rigor y la transparencia en la ejecución de obras públicas
Todo ello en una época marcada por la transición cultural y en plena postguerra española en la que Rubens Henríquez, a pesar de las dificultades hizo renacer el modernismo de las cenizas en las que se encontraba, afrontando con carisma y grandes dotes profesionales y amplitud de miras el choque entre la formación recibida en Barcelona donde cursó sus estudios junto a los integrantes de la que iba a ser la vanguardia española de aquellos años y la situación de letargo cultural que atravesaba Canarias en el momento de su retorno a La Palma.
En su haber destacan más de 60 actuaciones arquitectónicas realizadas en esta etapa en su pueblo natal, Los Llanos de Aridane, entre las que destacan la construcción del chalé de veraneo de uno de los farmacéuticos de la época, Conrado Hernández en Puerto de Naos, cuyo reloj solar ha sido objeto de las miras de residentes y visitantes de todas las generaciones, el edificio comercial de la Mobil de 1955 con una visea con doble alabeo, claro ejemplo de la mano de Rubens, la Estación de Suministro de Disa que data de 1964 y cuyos surtidores fueron instalados de manera triangular para facilitar el abastecimiento en ambos lados y cubiertos por un sistema de hongos invertidos de hormigón armado que logran una expresión plástica de acusado carácter constructivo, el Centro de Extensión Cultural diseñado en 1966 o la Central de Telefónica de Los Llanos de Aridane que data de 1970 característico por sus paneles de geometría convexa.
Un aridanense ejemplar y discreto, pleno de inquietudes, que siempre proclamó la justicia y la libertad, aún en tiempos de silencio y cuya labor ha despertado la admiración y respeto de muchas generaciones de profesionales de la arquitectura y el urbanismo cuya labor combinó además con la formación y desarrollo de diferentes manuales que, a día de hoy, siguen sirviendo como fuente de consulta para docentes y profesionales del sector.