Cientos de personas disfrutaron en la noche de este lunes, 1 de julio, de la tradicional Fiesta de Arte de las Fiestas de La Patrona en Los Llanos de Aridane. Una cita ineludible con el arte y la cultura que, en esta edición y bajo el título del conocido poema de Pedro Lezcano La Maleta, rindió tributo al fenómeno de la inmigración, a la memoria y el hermanamiento, a la vida y los caminos que a lo largo de la historia surgen para quienes tanto hoy como ayer, dejan atrás su tierra natal con la esperanza de hacer realidad el sueño de alcanzar una vida mejor, la libertad o la felicidad en cualquier lugar del mundo.
Durante algo más de dos horas, y a través del teatro, la poesía, la música, la danza y la literatura, el público asistente se transportó a diferentes países latinoamericanos estrechamente vinculados a la historia de la inmigración, entremezclándose con las emociones que genera el hacer una maleta, teniendo que decidir lo que llevamos y lo que dejamos atrás, la importancia de la primera carta que se escribe o se recibe y la nostalgia que se instala en el corazón de cuantos se van y se quedan esperando un regreso que no siempre llega a suceder.
La distancia, el olvido, la esperanza, el amor y el desamor, los encuentros y las separaciones fluyeron en una puesta en escena magistral, tanto desde el punto de vista técnico como artístico bajo la dirección de Naira Gómez e Iriome del Toro y que embriagó a los asistentes con diferentes proyecciones en la pantalla, efectos sonoros y un hilo conductor que giró en torno a las historias entrelazadas de un inmigrante palmero al otro lado del Atlántico, recién llegado a Cuba, en un escenario se transformaba para reflejar la realidad de argentinos, mexicanos, chilenos y colombianos y su particular experiencia a lo largo de su viaje con maleta.
La Plaza de España de Los Llanos de Aridane reunió un elenco multicultural de actores y actrices destacados como Mingo Ruano, María de Vigo, Diego Santos, Javier González o Ángel Acosta, músicos palmeros junto a la Banda Municipal, bailarines de Samba do Corazao y las voces de la Coral Awara que interactuaron con el público y contribuyeron a recrear diferentes ambientes a un ritmo igual de frenético o pausado en función de las exigencias de un guion vivo, dinámico, un tanto transgresor y que aportó gran fluidez a la Fiesta de Arte, dejando constancia de esas historias que mueven el mundo.
Todo ello mientras sonaban temas musicales tan populares como Alma Llanera, Ay mamá Inés, Nostalgias de Carlos Gardel, Las manos de mi madre y fragmentos de poemas de Pedro Lezcano o Pablo Neruda, o de Amar en los tiempos del Cólera de Gabriel García Márquez que marcaban el ritmo musical de la noche.
Y poco a poco, la historia de Cuba: la primera carta dio paso a Argentina: el coraje de querer en la distancia, México: La frontera, Venezuela: Amo, lloro, canto, sueño, Chile: Si tú me olvidas, Colombia: La misma orilla y La Palma: Unidos por el mismo son. Un cierre musical con puntos cubanos y décimas de los verseadores Francisco Arteaga (La Gomera), Miguel Rocha (La Palma) y en el que no faltaron estrofas de poemas de Pedro Lezcano, Indio Naborí y Reinaldo Gil González “Papito”.
Otro de los momentos emblemáticos de la noche lo protagonizó el mantenedor de la Fiesta de Arte que hizo su aparición triunfal de la mano de la Reina de La Patona, Aroa Pérez Tejera a la que subió al escenario junto a su corte de honor acompañadas una a una por los miembros de la corporación municipal, presidida por la alcaldesa, Noelia García Leal. En esta ocasión, la figura del mantenedor recayó sobre el exconsejero de Cultura y Patrimonio del Cabildo de La Palma, Primitivo Jerónimo, que relató las idas y venidas de cientos de palmeros que cruzaron el Atlántico en barcos con nombre propio para emprender un viaje esperanzador, lleno de dificultades y miserias en alta mar y que no siempre culminó con un final feliz.
Un repaso lleno de referencias, anécdotas, fragmentos de historias personales recopiladas a lo largo de los años de investigación que Jerónimo ha llevado a cabo, especialmente vinculada a Cuba y Venezuela. Un país que a pesar de su riqueza natural es abandonado actualmente por las segundas o terceras generaciones de canarios que, tal y como hicieron sus predecesores, huyen del país que les vio nacer para regresar a la tierra de sus abuelos y bisabuelos.
El popular pasodoble Islas Canarias puso el broche musical de la Fiesta de Arte, acompañado de proyecciones relacionadas con las Islas y la migración que despertó un gran aplauso entre el público asistente.
Al concluir el espectáculo, la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, Charo González, se mostró “satisfecha de esta nueva puesta en escena de la Fiesta de Arte en la que un año más hemos intentado innovar y romper un poco los esquemas y que ha mostrado su lado más humano, lanzando un mensaje sobre la necesidad de apostar en los tiempos que corren, por buscar puntos de encuentro, aunar posturas y lanzar un mensaje de hermandad, rememorando tiempos pasados y la historia de un pueblo que, como el palmero, emigró y continúa emigrando en busca de mejores oportunidades”.