Un mato poco vistoso
con las ramas intrincadas,
espinosas, encrespadas,
que vive en suelo arenoso.
En terreno pedregoso,
terraplenes sorribados,
malpaíses alterados
con tabaibas y cardones,
en parajes con terrones
áridos y soleados.
Jócamo, 24.VI.2024
NOTA: La aulaga o julaga (Launaea arborescens) es una planta popular, nativa de Canarias, aunque extiende su área de distribución ampliamente por toda la región árida mediterránea.
Presente en todas las islas Canarias, es más abundante en las orientales y centrales, donde llega a caracterizar su paisaje árido, sobre suelos de distinta naturaleza.
Se trata de un arbusto hemisférico, grisáceo, que no suele superar el metro de alto, con ramas intrincadas, espiniscentes y con hojas fugaces, poco aparentes. Sus flores se agrupan en pequeños capítulos amarillos. Toda la planta contiene un látex maloliente, razón por la que los pastores evitan que las ramoneen las cabras, ya que el mal olor se trasmite a la leche y al queso, como ocurre con el balo (Plocama pendula).
Su alto poder calorífico la distinguen como buen combustible, tanto en el hogar como antaño en los hornos de cal majoreros. En la actualidad se emplea en el islote de Hilario del parque nacional de Timanfaya para ilustrar al turismo sobre el poder geotérmico del suelo.
Su nombre común, más que vernáculo de origen guanche, probablemente se deba a los primeros conquistadores, que les recordaba a las aulagas o aliagas peninsulares, términos muy extendidos para referirse a diferentes especies de leguminosas (Ulex, Genista, Dorycnium, etc.) con biotipo o aspecto similar de la península Ibérica.