Antecedentes
A partir de 1936 los habitantes de la isla canaria de La Palma comenzaron a sentir movimientos sísmicos, conocidos popularmente en Canarias como temblores (movimiento telúrico de menor intensidad que el terremoto). Las referencias de erupciones volcánicas anteriores ya habían sido olvidadas por los vecinos. De hecho, la última acreditada se había producido en 1712; además, las referencias documentales manuscritas sobre estos fenómenos escaseaban y eran sólo vagamente conocidas por un selecto grupo de eruditos locales que se encontraban entre los pocos palmeros que en la para 1949 sabían leer y escribir y manejarse entre “papeles viejos”.
Entre los primeros análisis científicos inmediatamente posteriores a la erupción del Volcán de San Juan merece destacarse la monografía del ingeniero geógrafo del Instituto Geográfico y Catastral (Madrid), Juan María Bonelli Rubio Contribución al estudio de la erupción del Volcán de Nambroque o San Juan (Isla de La Palma), 24 de junio-4 de agosto de 1949 (Madrid, 1950), quien se lamenta de la inexistencia de un observatorio sismológico en las islas, solicitado “desde hace largos años” por el Instituto Geográfico y Catastral:
“Eran las sacudidas sísmicas premonitorias de la erupción, que no han debido ser únicas seguramente, y cuyo estudio, caso de haber existido algún observatorio sismológico en las inmediaciones capaz de captarlas, hubiera podido permitir atisbar o entrever algo de lo que se fraguaba en el interior de la tierra isleña y hasta quizá predecir el lugar probable de la futura erupción, basada esta previsión en la migración del epicentro de las sacudidas, de igual manera que lo han conseguido los norteamericanos, con formidable éxito científico y práctico, en las erupciones de la isla de Hawai. Desgraciadamente, y aunque en el programa del Instituto Geográfico y Catastral figura desde hace largos años la instalación en el archipiélago canario de un observatorio sismológico, cuando menos, todavía no ha podido alcanzarse esa ansiada meta, y se ha perdido con ello una oportunidad preciosa que sólo Dios sabe cuándo volverá a repetirse”.
El llamado Volcán de San Juan o Nambroque entró en erupción, en la isla canaria de La Palma, el 24 de junio de 1949 y a principios del mes de agosto siguiente el fenómeno se daba por concluido. Durante el proceso llegaría a contar con hasta tres centros emisores principales, distantes entre sí: 1) Nambroque, en la dorsal de Cumbre Vieja, entre los municipios de Villa de Mazo y El Paso (24 de junio); 2) Llano del Banco, Las Manchas, El Paso (8 de julio); 3) Hoyo Negro, Las Manchas, El Paso (12 de julio).
Cronología de los daños materiales
En la jornada del 8 de julio, la colada lávica emanada del centro emisor de Llano del Banco, a unos 300 metros sobre el templo de San Nicolás en Las Manchas (El Paso), derrama una colada lávica que atraviesa la carretera del sur (este-oeste) por el kilómetro 42 y 43. Desde entonces, la circulación a motor en la isla queda interrumpida. La altura media de la lava fue de “unos cuatro metros”. De esta erupción, esta colada es la única que llega hasta el mar, interrumpiendo, además, dos vías de comunicación principales: la carretera general del sur, por Las Manchas, y la carretera a Puerto de Naos, por la zona conocida por Las Norias.
El día 9 de julio, la colada de lava continúa su recorrido hacia el mar: “atravesaron la carretera de Puerto de Naos por el lugar de Las Norias” entre los kilómetros 6 y 7.
El 10 julio, la lava llega al mar a las 19:30 de horas. En solo dos días, el material recorre más de 6 kilómetros.
El 31 de julio, se reactiva el cráter del Duraznero, que emite lava muy fluida y corre por la vertiente este de la isla, concretamente por el municipio de Villa de Mazo, interrumpiendo la carretera general del sur a la altura del Puente Roto (Barranco de la Jurada, Villa de Mazo). No llegó hasta mar, parando a unos 300 metros de la orilla. La perturbación de la carretera tuvo lugar por el kilómetro 17. De esta manera, el municipio de Fuencaliente quedaba totalmente aislado por dos frentes de lava, a naciente y a poniente; además, en 1949 esta carretera era la única vía que comunicaba el este con el oeste de La Palma.
En relación con la extinción del fenómeno, Martel San Gil la fecha el 3 de agosto, mientras que Juan Mª. Bonelli Rubio la data el 4 de agosto.
Reapertura de las vías al tráfico rodado
Según Romero Ortiz, el 2 de agosto “se establece la comunicación rodada, interrumpida a causa de la última corrida de lava, por el camino vecinal de Hoyo de Mazo”. Esta colada había discurrido el día 31 de julio por el naciente de la isla procedente de la boca eruptiva del Duraznero. Es decir, a los tres días de la conclusión del fenómeno, ya se había repuesto la circulación por Villa de Mazo con dirección a Fuencaliente.
De acuerdo al testimonio de Martel San Gil, el 3 de agosto, “Ya los valerosos palmeros empuñando la pala y el marrón, van apartando, en la porción superficial de las coladas, las ásperas escorias del volcán, para poder hacer que el tráfico terrestre se reanude entre las zonas tanto tiempo separadas por las ardientes masas de las bolsadas magmáticas”. La carretera se había interrumpido el 8 de julio.
Según Romero Ortiz, los días 5 y 6 de agosto se iniciaron los trabajos de reapertura de la vía de la carretera general del sur: “Hoy ha comenzado la construcción de una pista, para el tráfico rodado sobre la lava de la carretera del sur, en el km 43” (Las Manchas).
Con fecha de 1 de septiembre de 1949, la revista Tenerife Gráfico da cuenta de que la circulación de la isla de La Palma estaba totalmente restablecida: “las carreteras que fueron cortadas por el alud candente han vuelto a la actividad y por la lava misma transcurre el tráfico casi con la misma regularidad de otrora”.
Método de trabajo para restablecer la vía interrumpida por la lava del volcán de 1949
En esos años no se contaba con ninguna ayuda mecánica para abrir la colada lávica que interrumpió la carretera general del sur, única vía de comunicación existente en esos años entre el este y oeste de la isla. Tal y como testimonia Martel San Gil, en la reconstrucción se empleó tanto la fuerza humana, con asistencia de picos, marrones y palas, como la tracción animal para el arrastre de materiales.
Aunque no nos conste propiamente, es posible elucubrar que los trabajos se complementaran con puntuales detonaciones con dinamita, conocidas en La Palma con el término de barrenos, que ayudaran a romper en pedazos las lavas. De hecho, el empleo de dinamita se encontraba arraigado en La Palma con anterioridad a 1949, utilizada para la apertura de galerías subterráneas de captación de aguas. Sabemos, además, que en 1933 se usó para la apertura del camino a Todoque, según consta en una factura, emitida el 15 de febrero de 1933, en concepto de “cartuchos de dinamita” y “detonadores”, se conserva en el Archivo Municipal de Los Llanos de Aridane. En esos años, por tanto, los palmeros eran auténticos expertos populares, sin pasar por enseñanzas regladas, en la utilización de dinamita para detonar masas rocosas.
Asimismo, conocemos otro sistema utilizado en La Palma: todavía hoy, la memoria oral directa ha verificado este modelo para desperezar bloques de piedras que ya utilizaban los antiguos romanos. Consistía en envolver la piedra con combustible vegetal hasta que alcanzaba una temperatura considerable; una vez el bloque lávico alcanzaba la alta temperatura requerida, se le arrojaba agua y la piedra se deshacía en pedazos más pequeños y manejables.
Vehículos a motor en la década de 1940 en La Palma
La relación de vehículos a motor que figuraban matriculados en la isla de La Palma en 1940 constituye una aportación orientativa para el estudio del volcán de San Juan y los daños producidos en las vías de comunicación. Así, el inventario correspondiente al año de 1940, que en 1949 no habría aumentado un 10% más de los que figuran en este caso, arroja las cifras siguientes: automóviles: 120 en Santa Cruz de La Palma, 39 en Los Llanos de Aridane, 28 en Tazacorte, 13 en El Paso, 10 en Fuencaliente, 22 en Mazo, 11 en Breña Alta, 7 en Breña Baja y aproximadamente 8 en San Andrés y Sauces; motocicletas: 5 en Santa Cruz de La Palma, 3 en Los Llanos de Aridane, 4 en Tazacorte, 1 en El Paso, 3 en Fuencaliente y 3 en Mazo [1]
Nota: El presente trabajo constituye un fragmento del informe de urgencia realizado por la autora a solicitud del catedrático de Ingeniería Geológica de la Universidad Central de Madrid, Luis González Vallejo, miembro de Involcán en la erupción de Cumbre Vieja, La Palma, 19 de septiembre-13 de diciembre 2021
[1] Pérez Hernández, José Eduardo, Historia del Cabildo Insular de La Palma 1913-1978, Cabildo Insular de La Palma, Madrid, imprenta Taravilla, 2017.María Victoria Hernández, cronista Oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (desde 2002), correspondiente de la Academia Canaria de la Lengua (desde 2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (desde 2009)