Tomillo de mar (Frankenia ericifolia / Frankeniaceae)

Peñas del Chache, cumbre de Lanzarote. Foto: PLPP

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En las cumbres de Famara

crece un tomillo marino

que al investigador fino

la curiosidad dispara.

La diferencia no es clara,

pero llama la atención

el porte, la posición

de las flores relucientes

y las hojas glaucescentes

que le imprimen distinción.

Jócamo, 7.IV.2025

Nota: Los llamados “tomillos de mar” o “tomillos marinos”, ni son tomillos ni habitan en el mar. Deben su nombre al acusado parecido que presentan, a primera vista, con los tomillos comunes y a la circunstancia de que en las Islas Canarias crecen en situaciones próximas al litoral, impregnadas por la acción halófila de la maresía.

Los verdaderos tomillos pertenecen a la familia de las Labiadas, por lo general evitan los suelos salobres del litoral marino, son plantas aromáticas, presentan flores zigomorfas, es decir con un solo plano de simetría, y la corola es bilabiada. Características que no solamente presentan los tomillos genuinos del género Thymus, sino que son comunes a otros géneros de la familia, como ocurre en Canarias con las especies del género Micromeria, que también son conocidas popularmente como tomillos.

Los tomillos marinos (Frankenia spp.) carecen de olor alcanforado y presentan una morfología floral diferente, con corolas regulares o actinomorfas (varios planos de simetría). En Canarias se reconocen media docena de especies, con algunas dificultades pendientes de aclarar, por ser taxones polimorfos con distribución imprecisa. Es el caso de las poblaciones que crecen en las cumbre del macizo de Famara en Lanzarote, asignadas a Frankenia ericifolia, pero que difieren de las formas que estamos acostumbrados a ver en las Canarias occidentales, con ramas más levantadas y hojas ligeramente revolutas, verde oscuras, sin esa tonalidad glaucescente (gris azulada) tan marcada.

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