Este fin de semana terminan las fiestas de El Pino. Y como cada año, desde hace muchos, muchísimos, da comienzo la Fiesta de Las Manchas.
Son las fiestas en honor a San Nicolás de Bari, el patrón del barrio de Las Manchas desde hace más de 300 años. Es por él, por San Nicolás precisamente, que parte del barrio, concretamente la zona que comprende los alrededores de la ermita, se llama “San Nicolás”.
Este nombre data como decía en un artículo anterior desde hace más de 300 años. Es el nombre oficial de esta pequeña zona de Las Manchas, guste o no guste. Aunque ahora algunos se han empeñado en querer cambiarlo, nadie sabe bien por qué. Y, mejor, no ser malpensados...
El caso es que el barrio de Las Manchas está de fiesta. Y es que no nos falta el ánimo por esta zona de la isla pese a todo lo que hemos sufrido.
¿Y saben qué? ¡No nos va a faltar nunca!
Porque la gente de Las Manchas somos gente buena, gente alegre y gente que siempre echa 'palante'. Así fueron nuestros padres, nuestros abuelos y nuestros bisabuelos. Así fue siempre la gente de este barrio creado entre manchas de tantos y tantos volcanes.
No tenemos mucho que celebrar en realidad si nos ponemos a pensar bien las cosas. Pero somos gente divertida, y celebraremos.
No tenemos mucho que celebrar porque seguimos sin un supermercado. Sin un simple supermercado. Algo tan necesario, tan sencillo, tan cercano, tan común y, para nosotros, tan lejano.
No tenemos mucho que celebrar porque aquí sigue Noelia con su montaña llena de polvo negro y malos recuerdos. Tres años después esa montaña sigue ahí llenándonos de arena negra las ventanas cuando el viento sopla en nuestro barrio.
No tenemos mucho que celebrar porque nuestros seres queridos siguen y seguirán por siempre enterrados bajo la lava.
No tenemos mucho que celebrar porque en realidad nos han vacilado a tuti plen con la LP-2. Nos han vacilado hasta límites indescriptibles.
Y menos mal que al menos Sergio 'parece' que nos tiene algo de afecto y no nos ha dejado del todo tirados por aquí. Puede y debe hacer muchas cosas más, pero el tiempo dirá.
La LP-2, esa obra vital para Las Manchas y para Fuencaliente, que ahora está en manos de Pablo Rodríguez (yo no, ojo, el consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias) es una vacilada absoluta.
Pablo, desde el cariño te lo digo: si nos vas a seguir vacilando hazlo cara a cara y nos reímos juntos, hombre. Que somos muchos los vecinos que estamos al sur de la colada de 2021 sin LP-2. Si tú vivieras aquí, Pablo, seguro que otro gallo cantaría. Vaya tela macho, vaya tela...
No tenemos mucho que celebrar por aquí, por Las Manchas. Pero, ¿saben qué? ¡Vamos a celebrar nuestra fiesta del barrio! ¡Vaya que si vamos a celebrarla!
Y vamos a gritar “viva San Nicolás”.
Y responderemos: “¡viva!”
Porque en Las Manchas, que es mucho más grande que San Nicolás, la gente sabe que la vida es para disfrutarla. La gente sabe que hay que seguir 'palante’. La gente sabe que, con humildad, mucho esfuerzo y trabajo se consiguen las cosas. Por eso, no vamos a parar.
Les invito a todos a que vengan al barrio estos días. Vengan a divertirse, a ver a nuestras romeras y romeros, a ver una obra de teatro de Los de Denantes o Las chicas de oro o a bailar con una pamela. Vengan a escuchar folklore con Volcán de San Juan.
Y, por supuesto, vengan el sábado día 7 de septiembre a nuestra romería, pequeña, amable y divertida como siempre. Vengan a beberse un vaso de vino manchero con un pincho de queso de cabra o carne de cochino. Vengan y sonríamos todos juntos como siempre lo hemos hecho.
Porque la vida son dos días.