La Virgen de las Nieves viste traje de duelo por el fallecimiento del papa Francisco

23 de abril de 2025 13:33 h

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Siguiendo con una tradición en el Real Santuario de Nuestra Señora de las Nieves, tras el fallecimiento del Papa Francisco ocurrido el 21 de abril de 2025, se ha revestido a la venerada imagen de la patrona de La Palma con el conocido como «Traje de Duelo».

Este precioso traje está confeccionado en valioso terciopelo de seda morado bordado por las monjas del cercano monasterio de El Císter en hilos de oro fino con ornamentación floral de mediados del siglo XX. Se compone de faldón, corpiño con mangas y puños, manto amplio y vestido-túnica del Niño Jesús a juego. En su interior, este traje tiene cosido un medallón ovalado con la siguiente inscripción: «Este manto ha sido donado por el devoto Sr. D. Máximo Rodríguez Pérez, residente en Cuba, 8 de septiembre de 1957».

Se da la circunstancia de que no se suele prender en él ninguna alhaja o joya, como símbolo de sobriedad y aflicción, aunque la Virgen sí lleva en torno a su cara el rostrillo de diario (cuajado de piedras preciosas), y no el de gala (mucho más valioso, de perlas y esmeraldas). Recordemos que la primera vez que aparece en los inventarios de su ermita una prenda de vestir perteneciente a la imagen es el 12 de julio de 1534, donde se dice: «una toca de seda vieja».

Tan sólo se viste con este conjunto morado con motivo del fallecimiento del Jefe de Estado, del papa, del obispo de la Diócesis, del párroco del santuario, del Capellán de Honor de la Virgen y, como decisión excepcional, en 1984 con ocasión del fallecimiento de Alberto-José Fernández García. Había sido una persona muy vinculada a la Virgen y al Santuario, con el que siempre mantuvo una estrecha colaboración. Recordemos que, durante muchos años, este polifacético palmero tuvo a su cargo el alto honor de aderezar y vestir a la sagrada imagen. Con absoluto desinterés, además, hizo multitud de diseños y asesoró en temas histórico-artísticos a los responsables del templo. Entre muchos de sus trabajos se encuentra el galardonado Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves (Editorial Everest, León, 1980).

La Virgen tan sólo ha sido expuesta a la veneración de los fieles con estos ropajes en puntuales ocasiones: tras la muerte de Francisco Franco (1975); de los papas Juan Pablo I (1978), Juan Pablo II (2005) y ahora de Francisco (2025); de los mitrados Luis Franco Gascón (1984) y Felipe Hernández (2012); de los clérigos Andrés de las Casas Guerra (1992, antiguo párroco) y de Luis Van de Walle Carballo (1987, capellán de la Virgen); Alberto-José Fernández García (1984); Julio Cándido, camarero de la Virgen y mayordomo del Real Santuario, ocurrida el 22 de enero de 2024. La imagen continuó revestida con este atuendo de luto hasta el 30 de marzo de mismo año, coincidiendo con el tiempo de Cuaresma.  

Debido a que el fallecimiento de Pablo VI se produjo el 6 de agosto de 1978, un día después de la onomástica de Nuestra Señora de las Nieves, la imagen se encontraba enjoyada y con traje de fiesta, por lo que se optó por colocarle unas cintas moradas en el baldaquino de plata como muestra de luto. Esta tradición tampoco se tuvo en cuenta tras el fallecimiento en 2018 del capellán Elías Yanes Álvarez, arzobispo emérito de Zaragoza. Tampoco se consideró tras el óbito de otro de los camareros Felipe Henríquez Brito en el mismo año ni en el del papa Benedicto XVI, en diciembre de 2022.

Este hermoso traje fue expuesto durante la V Muestra de Arte Sacro titulada «Misterios de Muerte y Resurrección», que tuvo lugar en el Real Santuario —que por aquel entonces estaba siendo remozado—, en el marco del V Centenario de la Fundación de Santa Cruz de La Palma. Allí se dio cita una multitud de público —los visitantes superaron el número de veinte mil—, que apreció el valioso catálogo compuesto de 250 impresionantes obras de arte de los siglos xvi al xx (esculturas, pinturas, grabados, orfebrerías y tejidos). Tuvo lugar desde el 25 de abril al 17 de mayo de 1993. El vestido de «pasión» o «duelo» pudo ser admirado en el bajo coro (lado de la plaza) en el que también se ubicaban las Dolorosas, el cuadro de la Divina Pastora y algunos otros vestidos de la Virgen.

Volviendo al asunto que nos ocupa, Nuestra Señora de Las Nieves, aderezada como emperatriz, conserva en su riquísimo vestidor numerosos trajes suntuosos, de todos los colores, para responder a todos los tiempos litúrgicos.

Ortega Abraham nos informaba de que «vestida de pasión la contempló Pedro Alvarez de Lugo Usodemar (1628-1706), que bordó una excepción en su obra lírica y filosófica, los únicos versos religiosos que se le conocen, y que explican en siguiente introito:

Colocó en suntuoso mausoleo la insigne

Parroquia de San Salvador

en la Isla de La Palma,

a la milagrosa imagen

de Nuestra Señora de Las Nieves,

un Jueves Santo, vestida de luto,

estando a la vista de un sol de justicia

y manjar de gracia.

A este intento es el soliloquio

de estas quintillas.

¿El verter perlas la aurora

es porque amanece ahora?

Pero no, pues llega a ser

negro el color y al nacer

tirio esmalte lo colora.

¿Por estar el sol de frente

y ser nieve transparente

son cristalinos desmayos?

Mas no, que solares rayos

lo acercan continuamente.

Más de luz vital escaso

yendo el sol, Cristo, al ocaso

con evidencias colijo

que lloran del sol su Hijo

dos soles el fatal caso».

 

 

ORTEGA ABRAHAM, Luis. «La Señal del Reo y María de Los Dolores», en Programa de la Semana Santa 2006, Santa Cruz de La Palma, 2006.

POGGIO CAPOTE, Manuel . «De tanto corazón la fe rendida: la Virgen de las Nieves y la cultura popular. Notas históricas y etnográficas», María y es la nieve de su nieve. Favor; esmalte y matiz, Servicio de Publicaciones de la Caja General de Ahorros de Canarias, publicación nº 459, Colección Arte nº 85, 2010.

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