El volcán de La Palma se reactiva tras dos horas de calma
El volcán de La Palma se paralizó durante dos horas este lunes, dejando de emitir magma y cenizas al exterior. Asimismo, el tremor cayó de forma muy significativa, hasta ser imperceptible, tal y como se pudo comprobar en las gráficas del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Ahora, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha anunciado que se reactivan las emisiones y se confirma la expulsión de lava en el cono principal.
Al mismo tiempo, la actividad sísmica se ha reactivado en la mañana de este lunes y se ha desplazado al sur, con 16 terremotos localizados en la zona norte de Fuencaliente, según recoge el IGN, episodios que coinciden con el aparente parón del volcán, que ha dejado de emitir temporalmente lava, humo y ceniza.
El terremoto más intenso se ha localizado a las 06.05 horas y a una profundidad de 10 kilómetros, y en general, todos están por encima de magnitud 2 y a profundidades que oscilan entre los 9 y los 13 kilómetros.
El volcán entra en una nueva fase
El Instituto Geológico Minero de España (IGME) ha constatado que el nuevo volcán de La Palma ha entrado en una fase de descanso y que la cuestión es poder prever si se prolonga o si por el contrario vuelve a una fase eruptiva a corto plazo.
Fue la Unidad de Respuesta Geológica ante Emergencias del IGME la que constató esta madrugada que el volcán súbitamente soltó “una especie de estertor”, que entre las 03.30 y las 04.15 horas (hora canaria) espaciaba cada vez más sus rugidos, que eran menos intensos, y que sobre las 07.00 horas apenas escupía pequeñas coladas de ceniza.
Así lo detalló también Raúl Pérez, coordinador de este equipo que estuvo anoche a pie del volcán, monitorizando su actividad. Pérez ha asegurado que el volcán “no se ha apagado”, sino que ha entrado en “una fase de descanso. Es normal”.
Preguntado por la posibilidad de que se haya taponado, ha indicado que es “poco probable” que esta fase de relativa calma se acabe con una gran explosión, porque para ello tendría que haber una interacción con grandes cuerpos de agua o un efecto tipo “botella de champán” por el taponamiento del cráter por un colapso del cono que no han observado.
Otra cosa, ha admitido, es que pueda haber un desplazamiento del magma en profundidad, bien lateral o si se está acumulando en la primera cámara del volcán.
“Probablemente estamos en una fase profunda” del proceso eruptivo, ha deslizado.
Según el Involcan el tremor volcánico está relacionado con la intensidad de la actividad explosiva estromboliana del volcán. El director técnico del Plan de emergencias volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, hizo este sábado un llamamiento a los palmeros y a la opinión pública para mantener la calma con la evolución del volcán de Cumbre Vieja. “Estamos ante un evento volcánico fisural de carácter estromboliano, lo que quiere decir que los distintos centros de emisión que van sucediéndose lo hacen a lo largo de una fisura, en este caso en dirección noroeste-sureste, en la que van apareciendo una serie de centros emisores que se pueden ir apagando y aparecer otros nuevos o incluso volviendo a aparecer los ya apagados”, dijo durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Director del Pevolca.
Pero, ¿por qué cambia la intensidad explosiva? “Si varía la cantidad de gases, si varían las características del magma, cambia su temperatura, cambia su viscosidad, o si cambian alguno de sus parámetros, entonces en el interior de la chimenea las explosiones pueden ser más o menos violentas y lo que sale al aire es más o menos cantidad de ceniza”, explicó María José Huertas, petróloga del Departamento de Petrología y Geoquímica de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid.
La experta insistió además en que “es muy difícil de saber” cuánto puede durar una fase más explosiva o cuándo cesará la actividad volcánica. Para hacer un cálculo solo sirven los registros, que indican que el volcán podría seguir expulsando lava entre 24 y 84 días. “En cualquier momento puede venir un nuevo curso de magma más fresco que rellena la cámara y aquello se autoalimenta y vuelve a tener lugar un ciclo más explosivo, como si volviéramos otra vez a la casilla de salida”, añadió Huertas.
En cuanto a las fases más explosivas del volcán, Huertas comentó que puede deberse a que la lava se ha encontrado con un obstáculo, al contacto con gases o al toparse con agua. Según Barrera, las nubes blancas indican que el magma entró en contacto con el agua. “Es un proceso muy vivo. A lo largo de una hora puede estar cambiando todo continuamente. Es una cosa muy dinámica. Que cambien los gases, que se caiga un trozo de roca o no te quiero contar nada si encima se encuentra con agua [como en Islandia]”, completó Huertas.
El volcán quedará inactivo cuando el conducto por el que en estos momentos está saliendo la columna eruptiva con la ceniza y las fuentes de fuego termine por taponarse. “El conducto en estos momentos, por así decirlo, está vacío porque está saliendo la lava, cuando cese lo que quede en el interior se acabará enfriando y consolidándose”. Saber cuándo se producirá esto es todavía una incógnita.
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