Le gusta decir que es “palmero de El Paso, de la Banda” aunque lleva toda su vida residiendo en Madrid. Jorge Lozano, prestigioso semiólogo y catedrático de Teoría de la Información de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, viajó a la Isla para impartir el pasado jueves una conferencia sobre la cultura selfie en la Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma. “Para mí es todo un honor pronunciar una conferencia en esta institución ilustrada, donde también aprendí el miedo porque aquí me traían mis tíos cuando yo era un pequeñajo para enseñarme los fetos del Museo de Ciencias Naturales”, ha recordado a La Palma Ahora. “Vivía al lado, en la Calle Van de Walle, y los fetos me daban un terror enorme”, dice Lozano, que posee un amplísimo currículum docente e investigador y es autor de numerosas publicaciones.
Asegura que de La Palma “siempre me ha impresionado toda su tradición ilustrada y que durante la República se alcanzara el máximo de alfabetismo”. “El arte flamenco, la contribución de mi familia, los Van de Walle, la Escuela de Lancaster… todo me parecía absolutamente maravilloso, y no entiendo, por qué, lamentablemente, se llegó a una decadencia progresiva, pero la idea que tengo de La Palma sigue siendo la de la ilustración, la de un pasado glorioso”.
El profesor Lozano cree que en la era digital “estamos en un momento un poquito bajo para el periodismo, pero yo, como buen palmero, soy optimista y aprovecho cualquier fenómeno para estudiar más”. “Hay bastante tolerancia con un periodismo mediocre, se dice cualquier cosa, y cosas muy precipitadas”, sostiene. Pero, por otra parte, también aprecia aspectos positivos en esta época dominada por las nuevas tecnologías. “Hoy el periodista es capaz de hacer historia del presente, ya no es necesario solo hacer una historia del pasado, para eso están las cátedras de historia, se puede hacer la historia del presente y los periodistas la están haciendo, pero necesitan eso, hacer historia del presente, no solo cotilleo y crónicas”, expone.
Como semiólogo, Lozano se ha interesado por los selfies y ha investigado sobre el tema. “Analizo cualquier objeto de la cultura contemporánea y me sorprende mucho que la gente se haga un selfie y lo cuelgue en Internet con el riesgo que eso conlleva, puesto que vivimos en la sociedad de la vigilancia, del control, de la pérdida de privacidad, del problema de la intimidad…”. “Estamos absolutamente vigilados, controlados, y me impresiona que una persona cuelgue su propia imagen en las redes, eso me preocupa”, ha insistido. “Quien se hace un selfie en realidad quiere controlar su imagen y su propia representación”, explica, y añade: “Y también la posibilidad de poder decir ‘yo estuve allí’, de poder ser testigo de cosas que suceden”. Pero en esta “autocomunicación” percibe “un narcisismo dominante, un yo, yo, yo”. “Me ha divertido mucho estudiar este fenómeno; es un objeto que merece el estudio y la atención de los investigadores”, afirma.