Arnoldo Santos es biólogo de profesión, pero está muy comprometido con el patrimonio cultural de Archipiélago y denuncia cualquier atropello que se cometa contra el legado histórico de los canarios. “Las Maretas, situadas en el litoral de Breña Baja y Mazo, junto al Aeropuerto, son un recurso etnográfico importante que está abandonado”, ha asegurado a LA PALMA AHORA.
Estos terrenos próximos al mar, al parecer, han sido cedidos a Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), si bien este dato no ha podido ser confirmado por este digital. “No se puede permitir que las maretas se encuentren en ese estado de abandono; alguien tiene que ser responsable; nosotros, como palmeros, las instituciones y, sobre todo el Cabildo, tienen que velar por ellas; tienen su importancia y forman parte de nuestro pasado”, ha señalado, y ha subrayado que “quedan pocos ejemplos como este, y todavía hay partes recuperables, como la zona que está al norte de los aerogeneradores y el área próxima a La Bajita”.
El valor de este enclave, que ocupa parte del litoral de Breña Baja y Mazo, radica en que en él se encuentran “antiguas construcciones hechas para el curtimiento de chochos y para el tratamiento del lino, que se ponía en remojo en las charcas”, explica Santos. “Es un testimonio interesante de nuestro pasado que aún es recuperable y que se debe proteger”, ha añadido. Se encuentra en estado de abandono y afectado por construcciones nuevas que no está controladas“, se queja.
En la zona, detalla, “todavía quedan pozos donde se curtían los chochos, restos de las eras donde se tendían para secarlos y de otras construcciones; la parte de Mazo, al lado de La Bajita, es quizás más interesante, pero cada día se están levantando nuevas construcciones y alterando el entorno con conejeras y corrales”, afirma. “Los restos de las antiguas construcciones se mantienen pero están muy afectadas por las recientes”, insiste.
Arnoldo Santos considera que Las Maretas es “un testimonio aún recuperable, y hay pocos lugares en las islas de este tipo, con la ventaja de que se encuentra en una zona accesible para poder ser visitado como importante recurso etnográfico”. “Los ayuntamientos y, sobre todo el Cabildo, debería implicarse en la recuperación de este patrimonio, hacer gestiones para que este entorno sea debidamente protegido, porque los cocederos de chocos están siendo utilizados para arrojar vertidos y basuras”, resalta.
Santos reconoce que las instituciones no pueden intervenir en este entorno sin el pertinente consentimiento de AENA, propietaria, supuestamente, de los terrenos.
La Palma, puntualiza la fuente citada, “no puede permitirse el lujo de perder entornos como Las Maretas porque son construcciones muy escasas, que están en desuso pero que forman parte de nuestra historia y tendría que haber un respeto hacia este legado”. “Son testimonios raros, quedan pocos, y aún perviven parte de las construcciones originales, los cocederos, los tendales y varios pozos”, apunta.
La preocupación por el patrimonio cultural de Canarias ha sido una constante en la trayectoria de Arnoldo Santos, que colabora con el editor Daniel González Galván en ‘Rincones del Atlántico’, una serie de libros sobre arquitectura popular. “Tanto la arquitectura popular como la arqueología me interesan porque son consciente de su valor y quiero hacer algo para su conservación”, concluye.