El desescombro en la T4 de Barajas continúa sin rastro de los desaparecidos

Los efectivos que trabajan en el desescombro del aparcamiento de la T-4 de Barajas, donde ETA hizo estallar el sábado una furgoneta bomba, continúan este lunes sus tareas sin que hayan encontrado indicios de los dos desparecidos, cuando se cumplen 48 horas del atentado.

La actividad en el aeropuerto empieza a aumentar con las primeras luces del día y los viajeros acuden en mayor número a tomar sus vuelos en la T-4, donde los servicios de limpieza reinician la recogida de restos de los cristales de la fachada que resultaron afectados por la onda expansiva.

Hacia las ocho de la mañana se ha reabierto el mostrador donde los propietarios de los vehículos siniestrados pueden interesarse por su coche o hacer las reclamaciones oportunas.

Los equipos de trabajo -compuestos por bomberos, Policia Nacional, Guardia Civil, Samur y expertos en construcción- prosiguen la retirada del hormigón y del amasijo de metal al que ha quedado reducido el módulo de D del aparcamiento de la T-4 del aeropuerto, que se desarrolla muy despacio y con ayuda de dos cizalladoras y dos excavadoras.

Cada cierto tiempo, agentes de Policía toman muestras entre los restos removidos, que serán analizadas si son de interés para la investigación.

Durante la noche las labores se realizaron auxiliados con potentes focos que iluminan un gran boquete y una zona más compacta en la que se perciben, desmoronadas, unas plantas sobre otras.

Los efectivos sólo han cesado su actividad para escuchar las doce campanadas de Fin de Año, pero decidieron no brindar como señal de respeto a los dos ecuatorianos desaparecidos, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio.

Personal de AENA, de Policía Nacional, Guardia Civil, y los operarios de las máquinas cizalladoras, sustituyeron las doce campadas de la Puerta del Sol por doce bocinazos a cargo de uno de los camiones que participan en la recogida de escombros.

“Por respeto a las personas que estan allí dentro, hemos decidido no brindar”, explicó a EFE un responsable del cuerpo de los equipos de bomberos.

“Para el año que entra tan sólo pedimos no tener que volver a trabajar en cosas como esta”, comentó un policía.

A primera hora de la mañana, debido a la mayor afluencia de viajeros, se han reforzado los efectivos de Policía Nacional en los limites del area acordonada, para evitar que los curiosos se acerquen a la zona afectada.

Los viajeros que se dirigen a facturación de la T-4 se detienen para sacar fotografías o vídeos al tiempo que hacen comentarios sobre la magnitud de la explosión.