La Guardia Civil detuvo este sábado en Barcelona a 14 personas presuntamente vinculadas con el terrorismo islamista en una investigación desarrollada junto con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), informaron fuentes del Ministerio del Interior.
Los catorce detenidos habían adquirido material susceptible de fabricar explosivos y se planteaban abastecerse de otros elementos con los que realizar eventualmente atentados.
A primeras horas de la tarde, los detenidos fueron trasladados desde Barcelona hasta la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid, donde en las próximas horas pasarán a disposición judicial del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional.
No obstante, de ampliarse el plazo de detención al tratarse de delitos relacionados con terrorismo, no comparecerían ante el titular de dicho juzgado, el juez Juan del Olmo, hasta el próximo martes, según informaron fuentes jurídicas.
Los presuntos terroristas islamistas estaban “aprovisionándose de material susceptible de formar parte de explosivos” y “estaban ya en la fase de actividad”.
Así lo explicó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una rueda de prensa en la que ofreció algunos detalles sobre la operación practicada en las últimas horas en Barcelona y que se ha saldado con la detención de doce paquistaníes y dos hindúes y el registro de cinco domicilios.
En estos registros se ha hallado diverso material, que, según el ministro, “puede formar parte de explosivos o puede ser utilizado para fabricar explosivos”, como cuatro temporizadores.
Este grupo, que mantenía reuniones en algunos lugares no precisados y del que se desconoce hasta ahora si tenía contactos con grupos radicales islamistas, estaría planteándose adquirir nuevos medios para fabricar explosivos y por tanto, según el ministro, “eventualmente realizar atentados violentos”.
Lo que sí han podido acreditar las fuerzas de seguridad hasta el momento es que este grupo estaba “un paso más allá de la radicalización ideológica”, que mostraban otros detenidos en otras operaciones policiales desarrolladas en los últimos años, que tenían que ver más con la financiación y la captación de personas.
“Cuando alguien tiene en su casa temporizadores, no hay más remedio que pensar que está planteándose acciones de tipo violento”, ha subrayado el ministro, quien no obstante ha recalcado que por el momento no hay datos que permitan concluir que los arrestados planeaban un atentado inminente.
“No tenemos datos para decirlo, ni lugares de atentados, ni atentado inminente”, ha destacado el titular de Interior, quien cree que no se puede decir que este tipo de terrorismo tenga preferencia por una Comunidad Autónoma respecto de otra.
Operación sin cerrar
La operación todavía no está cerrada y las fuerzas de seguridad tienen pendiente realizar análisis químicos, estudiar los teléfonos móviles incautados, además de examinar diverso material informático.
Esos análisis permitirán determinar la veracidad de las informaciones que le llegaron a la Guardia Civil del Centro Nacional de Inteligencia y de otros servicios europeos sobre la posibilidad de que se estuviera preparando alguna acción terrorista en Barcelona.
“Encontramos lo que hay y ahora estamos analizando”, ha señalado el ministro, quien se mostró prudente sobre las intenciones y el grado de preparación de este grupo hasta que concluyan los trabajos de las fuerzas de seguridad.
Pérez Rubalcaba recordó que España aparece como objetivo en los comunicados de Al Qaeda, al igual que otros países europeos, y ha subrayado que para combatir esta amenaza las fuerzas de seguridad mantienen una alerta permanente, que ha permitido realizar operaciones como la desarrollada en las últimas horas.
Durante el desarrollo de la operación, el ministro, según explicó, ha estado en permanente contacto con el conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña, Joan Saura.