Asegura que no hay “ningún tipo de vía abierta” para un diálogo con la banda
BILBAO, 11 (EUROPA PRESS)
El presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, considera que “tarde o temprano” la izquierda abertzale “arrastrará” a ETA hacia el final de la violencia ya que “la suerte está echada a favor de la política”, salvo que “en Batasuna no haya gente con suficiente visión o autoridad para imponer su tesis”. En este sentido, confía en que “el desenlace” sobre quién dirige la izquierda abertzale, “si los políticos o los que controlan la organización armada”, se producirá en esta legislatura.
En una entrevista concedida al Diario Vasco, recogida por Europa Press, el dirigente socialista asegura, además, que desde el Gobierno central no existe “ningún tipo de vía abierta para sustentar un diálogo con ETA, porque no se dan las condiciones”. Además, apunta que “sería perjudicial abrir expectativas que no existen y hacer ver a ETA que tiene sentido su existencia” e insiste en que “el diálogo para acabar con el terrorismo ya no vale tal y como se entendía con el último proceso”.
Por tanto, subraya que “la única salida es que Batasuna condene el terrorismo o consiga que ETA lo abandone definitivamente” y, tras advertir de que “la responsabilidad está en sus manos”, les insta a que “no esperen un milagro de diálogo y negociación con el Gobierno que ya no se va a dar”.
En este sentido, censura las recientes declaraciones del europarlamentario del PP Jaime Mayor Oreja, que “no tenía ni puñetera idea de lo que estaba hablando”, y asegura que “decir que los intereses de ETA y el Gobierno coincidían para cambiar España es un discurso desestabilizador de las instituciones”.
El presidente del PSE afirma que, si acaba el terrorismo o Batasuna lo condena, el Gobierno “aplicará una política de responsabilidad para favorecer esa dinámica” y añade que “cualquier debate político sobre el futuro de Euskadi y el final del terrorismo se va a celebrar en el Parlamento vasco”, de manera que “se podrá hablar de las cosas que se hablaron en Loyola, pero nadie se va a prestar a una mesa de partidos, con el tema del terrorismo condicionando lo que se pueda discutir”. En su opinión, “aquel método está ya quemado” y, por tanto, “no se va a repetir”.
Preguntado sobre la posibilidad de que el mundo de Batasuna consiga “arrastrar” a ETA hacia el final de la violencia y las vías políticas, opina que “tarde o temprano sí” se producirá, aunque “todavía necesitarán más tiempo seguramente”. En este sentido, afirma que el Aberri Eguna “ha sido decepcionante”, pero “la suerte está echada a favor de la política”, salvo que en Batasuna “no haya gente con suficiente visión o autoridad para imponer sus tesis”.
Eguiguren considera que “el día que no tenga apoyos sociales, el terrorismo autónomamente no tiene capacidad para seguir”, por lo que cuando “los políticos de ese mundo tomen la decisión de decir 'hasta aquí hemos llegado' y ahora vamos a seguir por otras vías, yo creo que esa batalla la ganan los políticos”.
“Está claro hacia qué lado va a caer la decisión. Lo que no está tan claro es el tiempo y las circunstancias. Yo creo que este debate seguirá un par de años”, augura, insistiendo en que “tarde o temprano el pulso que se traen sobre quién dirige la izquierda abertzale, si los políticos o los que controlan la organización armada, se va a inclinar a favor de los políticos”.
A su entender, el desenlace de ese “pulso” se va a producir en esta legislatura, algo a lo que el cambio en el Gobierno vasco “también ha contribuido” porque “antes había un nacionalismo gobernando que dejaba que el nacionalismo radical mantuviera una llama encendida”.
ETA “EN SUS TRECE”
En relación a la declaración impulsada por mediadores internacionales, la enmarca “en la estrategia de la parte política de la izquierda abertzale para forzar a ETA a que tenga que parar o decretar una tregua”, si bien matiza que “lo que pasa es cuando la izquierda abertzale da dos pasos adelante da uno atrás y los plazos van lentos”.
Asimismo, opina que ETA “sigue en sus trece”, parada en “el esquema que le llevó a la ruptura de la tregua”. “Tratan de compatibilizar la continuidad de la lucha armada con que la izquierda abertzale haga política, se llegue a un acuerdo y, si a ellos les gusta, paran”, explica.
En cuanto a la posibilidad de que los partidos vascos gestionen el final de ETA, advierte de que “en Madrid, como se vio en el último proceso de paz, a la mínima se crea tal desconfianza y sospechas sobre el Ejecutivo que es muy difícil para el Gobierno español llevar a cabo el proceso posterior al fin de ETA”. Por ello, cree que hay que “consensuarlo en el País Vasco entre los partidos, sin excluir a nadie, y las decisiones que se adopten defenderlas en Madrid”.
El dirigente socialista reconoce que “si es bueno para lograr la paz” participaría en otro proceso, pero insiste en que no cree que “vaya a haber otro proceso del estilo” del de 2006.