MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, ha defendido que la intervención militar en Libia “no es exactamente una guerra” porque ésta se efectúa al amparo de una resolución de la ONU que determina que se proteja a la población a través de una zona de exclusión aérea.
“No estamos exactamente en una guerra sino en el cumplimiento de una resolución de la ONU que nos pide a los países que formamos parte de la coalición que se establezca una exclusión aérea para tratar de evitar que las fuerzas del régimen Gadafi bombardeen a la población libia”, ha sostenido Jiménez en declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press.
La titular de Exteriores ha apuntado que la resolución de Naciones Unidas mandata a la coalición a mantener la intervención militar “hasta que no haya peligro para pueblo libio” y, por tanto, se evite que “Gadafi siga bombardeando a la población”. “Cuando consigamos neutralizar estos ataques por parte de Gadafi”, ha añadido, “daremos por concluida la misión encomendada por Naciones Unidas”.
Al ser preguntada si se corre el riesgo de que la misión se alargue en el tiempo, Jiménez ha contestado que confía en que no sea así ya que, ha dicho, los países que integran la coalición “no piensan que se pueda prolongar mucho tiempo”. “Estamos pensando que pueda ser una misión corta”, ha apostillado.
Aunque ha recordado que las fuerzas de la coalición han demostrado que Gadafi ha incumplido sus anuncios de alto el fuego, la ministra ha rechazado que el coronel sea el objetivo de la intervención militar. “En la resolución de Naciones Unidas en ningún momento se dice y ningún miembro de la coalición se ha pronunciado en este sentido”, ha argumentado sobre la posibilidad de derrocar al líder libio.
MANDO DE LA MISIÓN
Jiménez ha admitido que ha conocido “por los medios de comunicación” que el presidente de EEUU, Barack Obama, ha llamado a sus homólogos francés y británico, Nicolas Sarkozy y David Cameron, respectivamente, para tratar las discrepancias en el mando de las fuerzas que integran la misión.
La titular de Exteriores ha argumentado que los miembros de la coalición entendieron que “lo más rápido” para responder a los ataques de Gadafi era que el mando recayera en uno de los países que respaldan la misión. “Si eventualmente se ve la posibilidad de que la OTAN pudiera tomar el relevo o pudiera compartir el mando de las operaciones se decidirá en el seno de la propia coalición”, ha apuntado.