José Bono, número uno del Partido Socialista por Toledo, estuvo este martes en la capital grancanaria participando en el ciclo de Católicos en la Política', del Aula Manuel Alemán del Vicerrectorado de Cultura y Deporte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Allí ha dejado claro que “no existe crisis en las relaciones Gobierno-Iglesia”, ya que son totalmente compatibles. En el caso contrario,“ si fuese incompatible ser cristiano y socialista habría que cerrar la mitad de las iglesias y de las sedes del partido”.
En este contexto, el candidato socialista explicó que existen muchas razones para que ambas ideologías convivan, siempre “desde una fe comprometida”.
En este sentido y desde esta aptitud “se puede votar a partidos que hagan de la solidaridad y de la cercanía al que sufre una realidad”.
Una opción es el Partido Socialista, ya que según Bono, esta es una formación “solidaria, sin odio al que tiene pero que sí está cerca del que menos tiene”. Por ello, se mostró convencido de que su partido es “la opción evangélica más solidaria”.
Recordó que estas motivaciones fueron las que lo impulsaron a entrar en política “hace ya cuarenta años” y afiliarse al Partido Socialista “cuando no tenía ni idea de que iba a ocupar cargos públicos”.
Destacó que “entré en política por una motivación religiosa y por eso no ingresé en la Falange ni en la derecha”.
Se decidió por el Partido Socialista porque “me parecía que encarnaba el compromiso más acorde con mis convicciones”.
Crisis con la Iglesia
Con respecto a las críticas vertidas desde la cúpula de la Iglesia contra la gestión de los socialistas al frente del Ejecutivo nacional, José Bono negó la existencia de crisis entre las dos instituciones.
“Que existan cuatro obispos que opinen de una manera no quiere decir que esa sea la idea predominante entre los católicos”.
En este sentido, se mostró convencido de que “miles de católicos votan al Partido Socialista”, por lo que “no hay que darle tanta importancia a las declaraciones de unos cuantos”.
Sin embargo, sí se mostró partidario de que “la Iglesia, aunque debe ser escuchada también debe saber escuchar las críticas”. El lo hace y con serenidad ya que existen “millones de cristianos que están de acuerdo con los postulados del socialismo”.