Manuel Pizarro, ex presidente de Endesa y número dos del PP por Madrid en las últimas elecciones generales, ha comunicado a la dirección del Partido Popular su decisión de renunciar al acta de diputado en el Congreso.
Según informó el PP en un comunicado, la renuncia de Pizarro se debe a “razones estrictamente personales”. “Manuel Pizarro mantiene su compromiso con el proyecto político del Partido Popular, su militancia en el mismo y ha mostrado su disposición a seguir participando de manera habitual en las actividades del partido”, aseguran.
En dicho comunicado se asegura también que el presidente del partido, Mariano Rajoy, ha agradecido a Pizarro su su trabajo en el Grupo Popular valorando las “renuncias personales” que le supuso su salto a la política desde la empresa.
“Rajoy piensa seguir contando con la experiencia y los conocimientos de Manuel Pizarro en su objetivo de lograr que las propuestas del Partido Popular sean reconocidas por la mayoría de españoles como la mejor solución a sus problemas actuales”, asegura el PP.
La 'batalla' de Endesa
Pizarro, nacido en Teruel en 1951, fue presidente de Ibercaja entre 1995 y 2004 y también estuvo al frente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) coincidiendo con los Gobiernos del PP. En 2006, cuando era presidente de Endesa, protagonizó un duro enfrentamiento empresarial con el Gobierno al negarse a aceptar la fusión de la eléctrica con Gas Natural, participada por La Caixa.
Después de aquella batalla empresarial, en la que estuvo apoyado por el PP, abandonó Endesa en 2007 y, al año siguiente, fue presentado como fichaje estrella de Mariano Rajoy para las elecciones generales de marzo de 2008. Concretamente, fue el número dos del PP por Madrid, detrás del propio Rajoy, y defendió a su partido en el debate electoral con el entonces vicepresidente económico, Pedro Solbes.
Tras las elecciones y la derrota del PP, el papel de Pizarro fue diluyéndose y no fue promovido a cargos de dirección en el partido. Finalmente se le situó como portavoz del Grupo Popular en la Comisión Constitucional de la Cámara Baja en julio de 2008 como consecuencia de los reajustes posteriores al congreso del partido. Tampoco ahí tuvo protagonismo público, pues no solía intervenir en las sesiones de control ni en las principales actividades de la comisión que preside Alfonso Guerra.
Marcha anunciada
La posibilidad de su renuncia al escaño se venía barajando desde hace tiempo y los rumores se recrudecieron cuando se despejó la incógnita de la presidencia de Caja Madrid en favor de Rodrigo Rato. Ya en julio del pasado año, el propio Pizarro habló de ello durante un almuerzo-coloquio en el participó en el Círculo Ecuestre, en el que aseguró entonces no tener mucho interés en hacer carrera política.
“Le deseo lo mejor a mi partido, pero tampoco no digo nada que no se sepa: en cuanto pueda me iré a mi casa, que es donde tengo que estar --manifestó--. Tampoco tengo mucho interés en estar en la política. Mientras sea útil estaré, pero no tengo mucho interés en hacer carrera”.
Pizarro admitió que entró como el “último” del partido y que, al hacerlo, renunció a su vida anterior. Según dijo entonces, su intención en el PP y en el Grupo Popular era “no estorbar” y no hacer nada de lo que se pudiera arrepentir. “Soy muy disciplinado. Si quieren, que me saquen al campo, y si no, no. Yo no me enfado. No soy de los que piden el balón, porque sé que no tengo carrera política por delante. Ni la tengo ni la quiero”, subrayó.