BARCELONA, 7 (EUROPA PRESS)
Las elecciones catalanas del 28 de noviembre se celebrarán un mes después de la huelga general (29 de septiembre) y tres semanas después de la visita del Papa Benedicto XVI a Barcelona para consagrar la Sagrada Família como basílica (7 de noviembre). La cita electoral coincidirá con el clásico Barça-Real Madrid, que se jugará ese fin de semana en el Camp Nou.
Con esta distancia de margen, Montilla tratará de esta forma de minimizar las eventuales consecuencias que puedan tener para el PSC la convocatoria de huelga general por parte de los sindicatos mayoritarios contra la política económica del Gobierno y la reforma laboral que ha impulsado, informaron fuentes socialistas.
Además de haber abierto una brecha entre los socialistas y la UGT, la huelga general también podrían desgastar electoralmente al partido, sobre todo en sus caladeros de voto tradicionales, situados en las zonas densamente pobladas y barrios periféricos del Área Metropolitana, el conocido como 'cinturón rojo', semillero de votos del PSOE.
Montilla también recibirá a Benedicto XVI, jefe de estado, con todos los honores -y no como presidente en funciones--, y la visita ni tan siquiera coincidirá con el inicio de la campaña electoral, prevista quince días antes de las elecciones.
Entre las incógnitas de la visita, si el Gobierno catalán hará público el coste que le supone el dispositivo de seguridad y si Montilla aprovechará la ocasión para hacer algún guiño al votante católico.
El enfrentamiento Barça-Real Madrid baila entre el sábado 27 y domingo 28 en función de los partidos de la Champions y de cómo quede la retransmisión televisiva entre Canal+ y Gol TV.