La avenida de San Andrés, cerrada por las mareas altas

Noé Ramón / Noé Ramón

La avenida de San Andrés quedó cerrada al tráfico y a la circulación de los vecinos todo el jueves a causa de las mareas altas que son cíclicas en este pueblo pero que en esta ocasión se han adelantado más de lo previsto. Normalmente las olas invaden la primera línea del pueblo durante el mes de septiembre, sin embargo, en esta ocasión han llegado bastante antes.

Tal vez sea que las mareas altas tenían ganas de inaugurar la recién acabada avenida marítima, una obra que se abrió totalmente al tráfico hace apenas dos semanas y que costaron casi 700.000 euros. Sin embargo, durante el jueves los dos carriles más cercanos al mar tuvieron que cerrarse al paso de los vehículos ya que las olas invadían y lanzaban piedras con intensidad a la calzada.

El problema resulta especialmente grave por dos hechos; que la avenida es el acceso más utilizado, con diferencia, para llegar a la playa de Las Teresitas y por otro la ola de calor que asola en estos días a la isla. Por ello, son miles los vecinos de Santa Cruz y de otras partes de Tenerife que aprovechan las vacaciones para llegar hasta Las Teresitas y poder soportar mejor las temperaturas elevadas que en algunos casos han superado los treinta grados.

Precisamente, Canarias está en alerta amarilla por el calor y los fenómenos costeros adversos, dos factores que en el caso de la avenida de San Andrés han multiplicado en progresión geométrica sus efectos negativos. De esta manera durante toda la jornada se han registrado colas y dificultades de los vehículos para transitar por el pueblo y llegar a Las Teresitas.

Aunque oficialmente la avenida se inauguró hace apenas dos semanas con la presencia del alcalde, José Manuel Bermúdez y varios concejales, lo cierto es que nunca han terminado del todo y durante estos días se podía ver a obreros dando los retoques finales. Pero ahora el trabajo se sitúa en las primeras casillas dado que en toda la jornada operarios y policía local han tenido que estar pendientes de los problemas que genera el tráfico y de la invasión de piedras y agua.

Desde un principio los vecinos de San Andrés criticaron las prisas del Ayuntamiento por llevar a cabo la remodelación de la avenida sin que aún se haya acordado la construcción de un dique. Única manera ésta que existe de que el pueblo deje de sufrir los efectos destructivos de las mareas altas que obligan al cierre de negocios, restaurantes, causa daños en las viviendas y obliga al cierre de la avenida.

Son unos días al año en los que el pueblo vive resignado una auténtica pesadilla. En 2011 las mareas fueron especialmente intensas y los destrozos mucho más cuantiosos de lo habitual. El pasado mes de septiembre sin embargo la fuerza de las olas resultó menor y no provocaron tantos daños. En cualquier caso los vecinos han vuelto a plantear que es necesario construir primero el dique y en segundo remodelar la avenida y no al revés como ha venido ocurriendo durante los últimos dos veranos.

Por ello, las obras que se ejecutan al final se quedan en nada por la intensidad que alcanzan estas mareas. Sobre su causa existen muchas teorías pero últimamente se plantea la posibilidad de que se deban a tormentas que tienen su origen en el trópico. A partir de aquí a través de la conexión inescrutable de las corrientes, sus efectos llegan hasta esta remota parte del litoral.

La alternativa aunque en principio puede resultar descabellada, es defendida por estudiosos cuando en realidad la han planteado desde hace años los pescadores de San Andrés. Los efectos de la marea también son más graves una vez que se construyó la avenida, ya que antes al acabar el pueblo en una playa raramente invadían las casas aunque estuvieran en primera línea.