El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria estudia en estos momentos qué hacer con la llamada zona azul de aparcamientos. Se barajan tres opciones: otorgar la concesión a la empresa municipal Sagulpa, crear un modelo mixto con la introducción de la zona verde (residentes) o suprimir por completo este sistema de rotación de aparcamientos y dar paso a carriles bus y para bicicletas.
La Ordenanza Reguladora de Aparcamientos (ORA), bajo la que se desarrolla la llamada zona azul de aparcamientos rotatorios, está siendo explotada desde mayo de 2002 por la empresa Estacionamientos y Servicios, S.A. (Eysa), del grupo FCC, a la que se ha otorgado una segunda prórroga de un año desde el pasado mes de abril. Pero el concejal de Movilidad Ciudadana, Jesús González Dumpiérrez, ya trabaja en encontrar un nuevo modelo.
Al igual que otras cuestiones heredadas, el actual grupo municipal de gobierno de Las Palmas de Gran Canaria ha heredado un grave problema en relación con la zona azul. La política de ampliación de aceras y peatonalización de calles llevada a cabo por el Ayuntamiento en los últimos años ha reducido en 515 plazas las 2.331 que se ofertaban cuando a la empresa Eysa se le otorgó la explotación del servicio.
En el Ayuntamiento no descartan que Eysa reclame alguna cantidad por la merma de ingresos producida por esta reducción de plazas de aparcamiento, que afectó principalmente a Vegueta, Triana, Arenales, Santa Catalina, plaza de España y zona puerto. Pero ninguna fuente oficial ha querido cifrar en qué cantidad puede estar pensando esta filial de FCC.
Como reacción a esa pérdida de plazas de aparcamiento rotatorio (sólo quedan 1.815 en toda la ciudad), el Ayuntamiento acometió una campaña de creación de otras nuevas en la calle Carvajal y Avenida del Alcalde Ramírez Bethencourt, lo que generó malestar vecinal. En total se crearon 150 nuevas plazas.
Pero no parece que sea ésa la tendencia que más se ha extendido en la Concejalía de Movilidad Ciudadana. La doctrina que más defiende el concejal González Dumpiérrez es la de hacer desaparecer la zona azul en la ciudad en aquellas zonas en que se puedan transformar en carriles de bicicleta o de guaguas.
Sin embargo, no descarta ir a un modelo mixto de zona azul en la que se dé entrada a las plazas para vecinos, conocidas como zona verde, lo que limitaría el número de plazas disponibles para la rotación.
Tampoco se descarta volver a convocar un concurso, aunque la exigua cantidad de dinero que el Ayuntamiento recauda por este concepto, menos de 1.000 euros el último año, no anima mucho a los regidores municipales.
En cualquier caso, todo apunta a que será la empresa municipal Sagulpa la que se haga con la explotación de este servicio. Con esta salida se evitaría el concurso, se facilitaría a esa empresa municipal una vía de ingresos y no desaparecería en la ciudad una modalidad de aparcamiento complementaria a los de pago.