Bases críticas de Podemos en Canarias han aprobado un manifiesto que incluye nueve medidas para recuperar los principios y compromisos fundacionales ante la “deriva” que creen que experimenta y que puede convertir a este partido en uno semejante a los “viejos aparatos tradicionales”.
El manifiesto fue suscrito el domingo en Las Palmas de Gran Canaria por 52 seguidores de la organización en esta isla y en Tenerife, bajo el título “Podemos desde la bases, desde la gente”, según ha explicado a Efe uno de sus firmantes, Adolfo Padrón.
Padrón ha señalado que han fijado un plazo de una semana para que el manifiesto pueda ser ratificado por personas que no se pudieron desplazar ayer de Tenerife y del resto de las islas.
Según este escrito, facilitado a Efe, el cambio político solo es posible si se perfeccionan los espacios de participación real ciudadana y si se crean mecanismos que propicien el “empoderamiento”.
Sus firmantes critican el modelo de primarias por el que ha optado la dirección, porque, “lejos de fomentar la cohesión y la confluencia, ha generado heridas y fracturas”, así como la metodología en la toma de decisiones políticas importantes porque no “están resultando coherentes con la filosofía original del proyecto renovador que transmitió Podemos”.
En el manifiesto se reprocha la “desmedida prioridad dada a la maquinaria electoral”, que entienden que ha llevado a que el discurso oficial se haya movido como “veleta al viento, en función de los potenciales votantes a los que se dirige”.
Así mismo, los críticos lamentan que no se haya favorecido la confluencia de las diferentes sensibilidades que concurren en Podemos para favorecer una “hegemonía irrespetuosa y avasallante de la marca avalada por el secretario general (Pablo Iglesias), que ha copado los órganos de representación y las candidaturas electorales a las instituciones”.
A juicio de estos críticos, con estas condiciones no se van a producir los resultados electorales deseados y el partido “girará en torno a sus cargos electos y comisiones ejecutivas, pero alejado de la base social a la que se pretende representar”.
Además, entienden que, en lugar de acabar con el bipartidismo y remover los pilares del “Régimen del 78”, lo que se ha conseguido es paralizar la movilización social y reducir a las organizaciones de izquierda a una representación testimonial.
Un tiempo de “fermentación”
Estos críticos consideran que el proyecto de Podemos es el acertado, pero requiere de un tiempo de “fermentación que las premuras electorales no conceden”.
Por ello, para recuperar sus orígenes exponen nueve medidas, entre ellas, su compromiso con los estatutos y el código ético de Podemos, aunque proponen perfeccionarlos en una asamblea ciudadana extraordinaria.
Demandan la creación de espacios necesarios de participación real y mecanismos de formación, procesos de primarias “claros, horizontales y abiertos, que permitan potenciar la cohesión de todas las sensibilidades y corrientes internas, así como listas abiertas y un sistema transparente en la gestión de los datos.
Erradicar la duplicidad de cargos y mecanismos de consulta interna a los que someter las decisiones que lo requieran y comisiones de garantías democráticas que realicen su función con independencia, forman parte también de sus demandas.