Ángel Llanos no será tercer teniente de alcalde de Santa Cruz de Tenerife, en contra de lo que se dio por seguro cuando se hizo pública la segunda edición del pacto entre PP y CC en el consistorio capitalino, el pasado 9 de marzo. Este miércoles, el Ayuntamiento dio a conocer la redistribución de Tenencias de Alcaldía y Llanos quedaba fuera. Su lugar lo ocupará Jaime Hernández-Abad, que también es el nuevo concejal de Economía y Hacienda, justo los dos cargos a los que aspiraba Llanos.
De esta forma, el pibe de Ofra ve reconfirmado cómo le cortan las alas sus propios compañeros de viaje. No podrá conocer sin intermediarios los entresijos del grupo de gobierno de Miguel Zerolo, no tendrá cancha para promocionarse como alternativa a primer edil, carece ya de representatividad oficial alguna.
A Llanos le dejaron mudo primero, al quitarle la portavocía, y terminaron de rematarle este miércoles cuando se supo que el reparto acordado entre la presidenta insular del PP Cristina Tavío y Zerolo no incluía a Llanos en ningún “lugar” verdaderamente relevante.
Dentro del propio PP hay quien argumenta que Tavío no ha conseguido perdonar los desagravios de Llanos cuando éste luchó por quitarla de en medio y hacerse con la Presidencia Insular del partido, con apoyo de Soria.
En la calle, sin embargo, los ciudadanos de a pie señalan a Zerolo como el artífice de una venganza que arrancó cuando Llanos comenzó a cobrar un protagonismo exagerado a partir de 2007, desde que fue postulado como cabeza de lista del PP para Santa Cruz de Tenerife.
Unas declaraciones a la prensa, poco antes de julio de 2009, en las que Ángel Llanos habló claramente de la (mala) condición de imputado de Miguel Zerolo en los casos Las Teresitas y Fórum Filatélico, bastaron para que Zerolo le destituyera como primer teniente de alcalde, edil de Economía y Hacienda, y de Recursos Humanos, con lo que el pacto CC-PP saltó por los aires.
Llanos se queda como simple concejal de Recursos Humanos y responsable de la Oficina de Información al Consumidor, lejos de áreas populistas que tanto ansiaba y que le hubieran permitido el contacto directo con los ciudadanos como son Fiestas y/o Deportes.
Su único apoyo ahora es Alfonso Soriano, un veterano del PP que no oculta su malestar con las premisas que han hecho posible este segundo pacto y que hace oposición por cuenta propia.
Quizás la que fue promesa del PP en la capital tinerfeña se fue de la lengua demasiado pronto, cuando nada más ser defenestrado a un segundo lugar en la reedición del pacto, sacó orgullo y comenzó a hacerse campaña para futuro alcalde, como si nada hubiera pasado.
De estar en primera fila, Llanos ha pasado en un plís plás a la tercera? o ni siquiera eso, ya que ni tercera Tenencia de Alcaldía le han dejado. Mientras Zerolo aseguraba el jueves que él no tiene nada que ver, que “las discrepancias internas de un partido corresponden a ese partido”. “Yo no he hecho sino aplicar lo que me ha pedido la presidenta insular del PP”, añadió contento.