El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, ha insistido en la necesidad de que Canarias una región “equilibrada”. “Que se olviden los que pretendan tener una autonomía de hegemonía de una isla sobre otra”, dijo este martes al ser cuestionado sobre la carta que envió al presidente canario, Paulino Rivero, en la que se quejaba por el trato que recibe la isla.
“No ha habido respuesta del presidente. He recibido algún comentario de algún miembro del Gobierno diciendo que no es verdad que haya trato discriminatorio o injusto con Gran Canaria. Lo que yo planteo lo trato de basar en datos y en hechos, no en opiniones o sentimientos”, declaró.
En este sentido, reiteró que existe desequilibrio en temas como representación externa; obras hidráulicas; puertos canarios; ayudas de emergencia o en el tratamiento de enfermos de cáncer.
Además, tal y como manifestó en su carta, se rechazan ofertas de prefinanciación a carreteras “imprescindibles” para Gran Canari, la declaración como Bien de Interés Cultural en la categoría de sitio histórico del Oasis de Maspalomas o el levantamiento de la moratoria para construir hoteles de cuatro estrellas en la isla.
“No hablo de oídas ni para crear problemas -matizó-. Mi obligación es defender Gran Canaria y plantear lo que nos parece un trato injusto y desproporcionado respecto a la isla”.
Bravo de Laguna hizo especial hincapié en que el Cabildo seguirá en su línea de intentar que la Autonomía esté basada en el equilibrio. “Este archipiélago, si quiere tener una autonomía de verdad, tiene que ser una autonomía equilibrada. Que se olviden los que pretendan una tener autonomía de hegemonía de una isla sobre otra”, concluyó.
Hoteles de cuatro estrellas
El presidente del Cabildo ha recordado que si el Ejecutivo regional levantara la prohibición de construir hoteles de cuatro estrellas en la isla y la dejara “crecer”, beneficiaría al conjunto del archipiélago, puesto que habría más recaudación y más actividad económica. “Es urgente que el Gobierno de Canarias levante esa prohibición, al menos para Gran Canaria. No pretendo dar lecciones de qué modelo le conviene a Fuerteventura, Tenerife o El Hierro. Creo que a Gran Canaria le hace falta potenciar su oferta turística”, dijo.
Durante la rueda de prensa, agregó que se está viviendo un buen momento turístico y que la isla está perdiendo oportunidades de contratación para la siguiente temporada porque no hay suficiente alojamiento.
Aquí, señaló que Gran Canaria tiene 16.000 camas hoteleras en el sector de cuatro estrellas menos que Tenerife. “Recibimos 1,5 millones de turistas menos que la isla de Tenerife. No sé por qué tiene que ser eso así”, matizó.
“Si recibiéramos un millón de turistas más al año -continuó-, y lo podemos hacer perfectamente sin quitar nada a ninguna otra isla, supondría para Gran Canaria 30.000 puestos de trabajo directos o indirectos. No veo la razón para hacer una limitación. Nosotros siempre hemos dicho que sería sobre suelo ya calificado y clasificado y, además, incluso con determinados topes para que nadie piense que nos vamos a volver locos de construcción aquí”.
Bravo de Laguna entendió que también sería beneficioso para el resto del archipiélago, puesto que la isla es la que más aporta en materia de impuestos. “Limitarnos el crecimiento es perjudicar también al resto porque si crecemos habría más recaudación, más actividad económica y eso beneficiaría al conjunto del archipiélago”, concluyó.