La conferencia organizada por la Comisión Europea para tratar la futura estrategia de las regiones ultraperiféricas (RUP) ha puesto de relieve un aspecto en el que coinciden ambas partes que supone el punto de partida de un “nuevo paradigma” que implica que “no sólo hay que poner el acento en compensar las desventajas y debilidades de estas regiones como si fueran regiones deprimidas sino que también hay que resaltar sus potenciales y las posibilidades que dan a la Unión Europea” (UE).
Así lo resumió la jefa de la unidad de las RUP en la Dirección General de Política Regional (DGRegio), Ana Paula Laissy evocando las conclusiones expresadas por la propia directora general adjunta, Katarina Mathernova, al término de este encuentro, que tuvo lugar los miércoles y jueves pasados en Bruselas.
A modo de primer balance de los trabajos realizados, Laissy consideró que el foro con las RUP “ha sido realmente un éxito”. No obstante, habrá que esperar al menos a la próxima semana para contar con una valoración más detallada.
La nueva jefa de unidad de las RUP resaltó la “fuerte participación” registrada “puesto que han asistido más de 300 personas” entre respresentantes de los Gobiernos de las RUP y de sus Estados miembros, de otras direcciones generales de la Comisión Europea así como de otras instituciones comunitarias, y de los ámbitos académicos y profesionales.
“Todos han sido muy activos” resaltó Ana Paula Laissy quien subrayó la importancia de contar con esta amplia variedad de asistentes para escuchar aparte de de los planteamientos de los “políticos” aquellos de “expertos y profesionales” y del resto de servicios de Bruselas.
Algo que ha permitido que “hayan podido confrontarse ideas y análisis” no sólo entre las RUP y la Comisión Europea sino también entre las propias regiones y entre las distintas Direcciones Generales, afirmó Laissy.
“El resultado global de la conferencia”, según la jefa de la Unidad RUP, es el “reconocimiento de que hay que revisar la estrategia futura” con las regiones ultraperiféricas “teniendo en cuenta los distintos avances en las prioridades de la políticas europeas”. Algo que se verá en el documento sobre esta nueva estrategia que la comisaria europea de Política Regional, Danuta Hübner, presentará el mes de octubre.
Una conferencia bienal
Laissy aseguró que una de las enseñanzas pesonales obtenidas de este foro ha sido la “fuerte necesidad de diálogo y de expresión de opiniones e ideas” por parte de los socios de las RUP pero también desde los servicios comunitarios.
De hecho, los participantes plantearon la propuesta de que “regularmente se convoque una conferencia similiar”. Una idea que fue bien acogida por parte del director general de Política Regional, Ronald Hall, que, aunque no ha conccretado una fecha, ha considerado que “quizás podría realizarse cada dos años”.
Voces críticas
Durante la conferencia también surgieron voces críticas, como la del secretario regional de la Presidencia de Azores, Vasco Cordeiro, que acusó a la Unión Europea (UE) de ser, hasta el momento, una “pésima gestora del patrimonio” de las regiones ultraperiféricas.
Cordeiro añadió que deben ser las “propias instituciones comunitarias las que tengan una actitud más activa” ya que el artículo 299.2 del Tratado ?que afirma que las RUP pueden contar con medidas específicas para paliar sus desventajas estructurales- “no dice” que las acciones deban plantearlas las regiones o sus Estados por lo que “las instituciones no pueden esperar a que se les empuje”.
“Se trata de un desafío de mentalidades y probablemente esto es lo más difícil”, concluyó el respresentante del Gobierno de Azores que añadió que si no se consigue este cambio las “regiones ultraperiféricas serán consideradas como un sobrecoste y no como una plusvalía para la Unión Europea”.
Cuestionadas por estas acusaciones, otras fuentes comunitarias defendieron que son un “poco injustificadas porque la Comisión Europea ha hecho y hace bastante”. Además, añadieron que el Ejecutivo comunitario “no decide sólo” puesto que también está el “Consejo”.
A modo de ejemplo, estas fuentes citaron la polémica inclusión del sector de la aviación en el comercio de emisiones de gases de efecto invernadero. La “Comisión Europea presentó una propuesta en términos medioambientales, pero después son los Estados miembros” ?en este caso España, Francia y Portugal- los que tienen que tienen que luchar“ por un trato particular para sus regiones ultraperiféricas. Y, en este caso los otros dos socios ”no fueron tan activos como España“, señalaron.