LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 14 (EUROPA PRESS)
El Cabildo de Gran Canaria ha asegurado hoy que formará a bomberos, policías locales y voluntarios de Protección Civil en el uso de desfibriladores semiautomáticos externos que la institución instalará en los 21 municipios de la isla, según informó la Corporación insular en nota de prensa.
Así lo anunciaron hoy el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Pérez, y su consejera de Seguridad y Emergencias, Rosa Monzón, en la presentación del Programa Insular de Desfibrilación Precoz Semiautomática dirigido a aquellos primeros intervinientes no sanitarios que actúan en las emergencias.
El objetivo de este programa es optimizar la cadena de socorro dotando de aparatos de desfibrilación semiautomática externa y de la formación necesaria para su uso, a los servicios de emergencias no sanitarios y al personal que trabaja en edificios públicos o instalaciones ubicadas en todo el territorio insular, donde exista gran concentración de personas.
Para ello, la Consejería de Seguridad y Emergencias ha sido acreditada por la Escuela de Servicios Sanitarios y Sociales de Canarias (ESSSCAN) como ente formador para el manejo de aparatos semiautomáticos de desfibrilación externa por primeros intervinientes no sanitarios.
El primero de estos cursos se inicia el próximo 19 de octubre y está prevista la formación de un total de 200 personas antes de finalizar el año. Los asistentes serán fundamentalmente bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, policías locales y voluntarios de Protección Civil de los diferentes municipios de la Isla, así como el personal designado por las instituciones municipales en las que se instalen estos aparatos.
Para el desarrollo de este programa, la Consejería de Seguridad y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria ha realizado una inversión de 48.000 euros destinada principalmente a la compra de 40 desfibriladores semiautomáticos y 10 cabinas.
Los aparatos de desfibrilación externos semiautomáticos son dispositivos médicos que permiten la identificación de las arritmias que precisan desfibrilación, y la administración de tratamiento con descarga eléctrica, en los casos en que esté indicada.