Coalición Canaria (CC) no escatimó en gastos durante la campaña de las elecciones autonómicas de mayo para tratar de contrarrestar el desgaste de 26 años en el Gobierno regional, de una vida anclada en el poder desde la fundación del partido en 1993 a través de una alianza de agrupaciones insulares, y de la imputación de su candidato a presidente, Fernando Clavijo, en el caso Grúas que investiga su gestión como concejal y alcalde del municipio de La Laguna.
Según un informe publicado recientemente por la Audiencia de Cuentas, CC destinó 1,22 millones de euros a sufragar esa campaña, más del 40% de los gastos declarados por el conjunto de las formaciones políticas que obtuvieron representación en el Parlamento regional en esos comicios. Una cifra que supera en más de medio millón de euros la inversión realizada por la segunda fuerza que dispuso de más recursos, el PSOE (678.180,13 euros), y que multiplica por diez la del partido más austero, Sí Podemos, que dedicó 102.594,74 euros.
CC logró en esa cita 20 escaños, tres más de los que obtuvo en 2015. La proporción, sin embargo, es similar, ya que en 2019 eran 70 los diputados elegibles, diez más que en los anteriores comicios, tras la entrada vigor de la reforma electoral incluida en el Estatuto de Autonomía aprobado a finales de 2018. Aún así, el escaño le salió caro a la formación que se define como nacionalista. Solo Nueva Canarias (NC), que gastó 394.347,88 euros y logró cinco diputados, y Ciudadanos, que invirtió 147.262,12 euros y consiguió colocar a sus cabezas de lista en Gran Canaria y Tenerife, rentabilizaron peor el dinero gastado en campaña a tenor de los resultados. Así, a la formación liderada por Román Rodríguez le ‘costó’ cada escaño 78.869,57 euros; al partido naranja, 73.631,06 euros, y a CC, 61.072 euros.
En el lado opuesto se sitúa Sí Podemos, que consiguió cuatro representantes en el Parlamento con una campaña de poco más de 100.000 euros; el PSOE, que ganó los comicios con 25 diputados después de gastar 678.180,13 euros, y el PP, que logró 11 con una inversión de 343.410,38 euros. El ‘coste’ del escaño para estas tres formaciones se sitúa, por tanto, en 25.648,68, 27.127 y 31.219,12 euros, respectivamente, cantidades muy inferiores a la de los otros tres partidos que presentaron candidaturas en todas las islas. Un caso distinto es el de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), que también logró representación en la Cámara regional (tres diputados), pero que solo se presentaba por la circunscripción de la isla colombina. El partido liderado por Casimiro Curbelo invirtió 12.509,04 euros en las autonómicas de mayo.
El informe de la Audiencia de Cuentas revela que, de los aproximadamente 2,9 millones de euros declarados por estas siete formaciones políticas como gastos de campaña, tan solo 10.920,82 euros (un 0,4%) no fueron debidamente justificados. Los principales responsables de este pequeño desfase son el PP, que no acreditó a qué destinó 4.314 euros de su campaña, NC (3.301,17), el PSOE (1.979,43) y ASG (1.171,5). Ciudadanos y Podemos prácticamente cuadraron los números, con pequeños desbarajustes que ascendieron a 48 y 106 euros, respectivamente, mientras que CC justificó el 100% de los gastos que declaró ante el organismo auditor.
CC y NC recurren a los préstamos bancarios
Según recoge el informe, los principales recursos financieros de las fuerzas políticas canarias en la campaña de las elecciones autonómicas de mayo provinieron de las propias aportaciones del partido, sin especificar su origen. De esta manera, Ciudadanos declaró que el 100% de sus fondos procedieron de esta vía, un porcentaje que se reduce al 85% en el caso de Podemos, al 67% en el del PP, y al 61% en el del PSOE. El peso de estas aportaciones fue muy inferior en las campañas de CC y NC, con un 14 y un 17%, respectivamente. Ambas formaciones pidieron créditos. El partido que tenía como candidato al actual senador Fernando Clavijo solicitó préstamos a entidades financieras por valor de 816.970,77 euros, es decir, aproximadamente dos tercios del importe que gastó en los comicios autonómicos. Por ello tuvo que pagar cerca de 16.000 euros de intereses. NC, por su parte, se financió en un 60% mediante la misma vía (213.450,50 euros), con unos intereses bastante inferiores (2.572,63).
Otra fuente de financiación de las fuerzas políticas fue el adelanto de las subvenciones con cargo a los resultados obtenidos en las elecciones de 2015. Como ganadora en escaños -que no en votos, donde fue tercera-, CC recibió el mayor importe, 229.019,2 euros, el 19% de sus ingresos electorales, un porcentaje ligeramente inferior al de NC, que percibió 70.468,09 (un 19,7%). El peso porcentual de este recurso fue similar para PSOE y PP, en torno a un tercio de su financiación (212.348,67 para los socialistas y 114.201,26 para los populares), e inferior para Sí Podemos (15.908,01 euros, un 15%). Tanto el PSOE como ASG acudieron a la fórmula de los microcréditos, con los que lograron recaudar 50.900 y 5.350 euros, respectivamente.
Aunque el informe no desglosa las cantidades declaradas como aportaciones de los partidos que derivan de donaciones de empresas, sí que hace referencia al caso de siete sociedades que, habiendo facturado más de 10.000 euros a algunas de las formaciones auditadas, no remitieron a la Audiencia la información sobre sus operaciones, como exige la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG). Cinco de esas empresas financiaron la campaña del PP, una la de Ciudadanos y otra, la de Nueva Canarias.
La confección de sobres y papeletas y la propaganda y publicidad dirigida a promover el voto a sus candidaturas constituyeron los principales gastos de los partidos en la campaña electoral. Si bien los porcentajes con respecto a la inversión total de cada uno de ellos no guardan demasiada diferencia, sí que destaca el gasto de 340.392,38 euros de CC en sobres y papeletas frente a los apenas 15.927,62 euros de Sí Podemos o los 55.114 del PP. La formación regionalista dedicó dos de cada tres euros de su campaña a publicidad y propaganda, un total de 813.646,26 euros, más del doble que la segunda en esta clasificación, el PSOE (386.206,1) y trece veces más que el partido más austero en este apartado, Sí Podemos (61.568,14).
De los gastos declarados se desprende que solo el PSOE (10.897,44 euros), CC (8.421,06) y Ciudadanos (1.883) alquilaron locales de forma expresa para la campaña de las autonómicas de mayo. La formación naranja destinó además 18.138,75 euros a gratificar al personal no permanente que prestó sus servicios a las candidaturas.