El consejero de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, ha anunciado este martes que las dos desaladoras portátiles que se van a instalar en La Palma y que permitirán dar riego a las fincas afectadas por la erupción en el Valle de Aridane comenzarán a funcionar a finales de la próxima semana.
En una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata, el consejero ha comentado que tienen capacidad para bombear 2.800 metros cúbicos diarios a la red, que se verán complementados con el barco cisterna que el Gobierno central envía desde la Península.
Valbuena ha precisado, no obstante, que este agua de regadío es de “mantenimiento” para lograr la “supervivencia” de las plantas, no su crecimiento, una obra “de contingencia” para que las fincas puedan garantizar su actividad en el futuro.
Ha señalado que “es una tarea muy compleja” pero con el “esfuerzo” de instituciones, empresas privadas y los propios agricultores se van a reducir drásticamente los plazos, que inicialmente se situaban en los seis meses.
A medio plazo, ha comentado que se están planteando otras soluciones como construir nuevas canalizaciones y conducciones o cerrar el circuito hidráulico que una la zona de El Remo con el sur de la isla pero “lleva varios meses”.
El consejero ha apuntado también que se hará un “seguimiento diario” de los trabajos porque “no son sencillos, es mucho caudal”, con el fin de si surge algún problema cuando se realicen los pozos de captación, se pueda intervenir.
Ha señalado que la supervisión de las obras se le ha encomendado a los técnicos del ITC (Instituto Tecnológico de Canarias) y resaltado que se están “doblando turnos” y trabajando “de forma continuada” para la puesta en marcha de las desaladoras.
Asimismo, ha indicado que con el núcleo de Puerto Naos evacuado, las condiciones no son óptimas para el trabajo, por lo que “es otra dificultad más”.
Hernández Zapata, por su parte, ha comentado que la puesta en marcha de estas desaladoras es una muestra del “músculo” de las administraciones públicas para responder a las necesidades de los agricultores y así salvar las futuras producciones.
Hacer un “imposible”
Ha agradecido la labor, entre otros, del ITC, Endesa, la empresa suministradora, el Consejo Insular de Aguas y la comunidad de regantes de la zona, que ha ofrecido bombas y pozos, para llevar a cabo “un imposible”, que se pueda empezar a regar en menos de dos semanas.
Asimismo, se ha mostrado a favor de cerrar el anillo hídrico de agua para beneficiar a otras zonas que han quedado relegadas y valorado la “potente financiación” que están destinando tanto el Gobierno de Canarias como el Estado para ayudar a la reconstrucción de La Palma.