Empleados municipales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria mantienen este lunes una protesta en las oficinas municipales para pedir la readmisión de una trabajadora recientemente despedida. Avanzada la tarde, aún permanecen los trabajadores encerrados en la sexta planta del Consistorio, mientras dos representantes sindicales se han reunido en la Casa del Marino con la alcaldesa accidental, María Isabel García Bolta.
Varios vehículos del Grupo Operativo de Intervención y Apoyo (GOIA) de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria han personificado en el Consistorio, lo que ha aumentado la tensión de los protestantes.
Bajo el lema de “Mariola no está sola”, varios representantes sindicales han hecho un llamamiento a todos los trabajadores del Consistorio capitalino para “mostrar repulsa a la situación de despido selectivo, caprichoso, a dedo, con alevosía, sin razón de ser, sin alma, antojadizo, deleznable con ingratitud, a traición y sin corazón” de esta funcionaria interina, según publica la Junta de Personal del Ayuntamiento en un comunicado tras celebrar una reunión extraordinaria.
Esta trabajadora llevaba 20 años prestando su servicio al Consistorio, pero el 26 de julio recibió la noticia de su despido de boca del director general de Recursos Humanos. La razón, la reincorporación de una funcionaria de carrera en excedencia.
Esta reincorporación “no conlleva forzosamente el cese de la compañera Mariola”, asegura FSP-UGT, ya que la trabajadora despedida no fue contratada para suplir la excedencia de esta funcionaria. “El director general de Recursos Humanos se ha erigido por méritos propios en un personaje siniestro, empeñado en aplicar los métodos más drásticos y traumáticos para los intereses de los trabajadores, en lugar de buscar soluciones que satisfagan a éstos mediante el diálogo y el consenso”, añade el sindicato.