El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, ha reconocido este martes en comisión parlamentaria que todas las administraciones tienen que hacer autocrítica porque no se han adoptado medidas para prevenir la escasez de agua en las Islas.
Narvay Quintero ha respondido de este modo a una pregunta del diputado del grupo Nacionalista (CC) Francisco Linares sobre planes de actuación en 2024 para paliar la necesidad de agua de riego que hay en Tenerife, cuyo Cabildo insular aprobó el pasado viernes iniciar los trámites para declarar la emergencia hídrica en la isla.
Además de la declaración del Cabildo, dos municipios (ninguno de ellos turístico) han tomado medidas para restringir el uso de agua y se ha prohibido, entre otras cosas, lavar los coches, las fachadas y llenar piscinas, depósitos y charcas.
El consejero ha insistido en que la responsabilidad de la situación es conjunta y ha subrayado que el problema no se resolverá en dos meses ni en un año, y también ha señalado que en Canarias unas islas están más preparadas que otras, y, en el caso de Tenerife, ha apuntado que tiene un 45% menos de agua que la media de años anteriores, “que ya eran secos”.
El Gobierno canario tiene un plan de ayudas a los municipios y a los cabildos, y el 11 de marzo se reunirá la mesa de la sequía, en la que participarán la Federación Canaria de Municipios (Fecam) y Federación Canaria de Islas (Fecai), así como representantes de organizaciones agrarias.
El consejero ha reconocido que habrá que hacer modificaciones legislativas, ya que la ley del agua se hizo en un momento con otras circunstancias.
Quintero ha comentado que el problema para llevar a cabo proyectos hidráulicos no será económico, ya que hay presupuesto de los gobiernos central y regional, sino de disponer de declaraciones ambientales, expropiaciones, informes de ayuntamientos y cabildos.
Por su parte, el portavoz del Grupo Nacionalista Canario, Francisco Linares, señaló que la situación de sequía en Tenerife es “realmente grave”, lo que ha provocado que haya escasez de agua de riego y que los embalses estén en mínimos históricos, una situación que ya se puede comprobar en dos imágenes captadas en invierno desde el espacio por el programa Copernicus, donde se evidencian los efectos de la sequía en la isla en solo un año.
Por ello, Francisco Linares propuso que el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Agricultura, ponga en marcha un plan complementario al aprobado el pasado viernes por el Pleno del Cabildo de Tenerife para garantizar el abastecimiento de agua, evitar fugas de la red, impulsar desaladoras portátiles, poner en marcha campañas de concienciación sobre el consumo de agua o la creación de una Mesa de la Sequía.
“Este plan debe ir acompañado de un plan complementario porque, si nos quedamos sin agua, vamos a asistir al fin de la agricultura a corto plazo”, advirtió el diputado nacionalista, quien insistió en dar una solución “emergente” ante la escasez hídrica que Tenerife viene sufriendo los dos últimos años, agravada por el último incendio forestal.
El futuro de Tenerife
Tenerife ha visto aumentar su población hasta rozar el millón de habitantes en 2023. Las Islas, en su conjunto, ya tienen más de 2,2 millones de residentes y uno de los lugares con un crecimiento más significativo se da en el sur de Tenerife y sus municipios turísticos. Adeje, el buque insignia de este sector en la isla, ha pasado de poco más de 14.000 habitantes en el año 2000, a más de 50.000 en 2023. Arona, el otro gran núcleo turístico del sur de Tenerife, ha pasado de 38.000 habitantes en 2000 a más de 85.000 en 2023.
A ellos se suman los visitantes extranjeros, que, una vez superado el bache de la pandemia, volvieron a batir récords: casi 6 millones de turistas se alojaron en la isla durante 2023. En total, Canarias recibió el año pasado 14,1 millones de turistas extranjeros, la segunda mayor cifra de su historia.
Además, Tenerife tiene proyectada la creación de una nueva ciudad en el sur de la isla, en Arona, una de las zonas más turísticas, con un millón de metros cuadrados disponibles para uso turístico, urbanístico y comercial. En lo que se conoce como El Mojón, se prevé levantar varios hoteles nuevos, edificios residenciales y apartamentos, además de zonas de ocio y un recinto que se denominará Arona Arena. Tan solo Nueva Canarias votó en el Ayuntamiento en contra de este nuevo proyecto. Su concejal, Nauzet Fariña, afirmó a principios de febrero que “han lanzado una bomba sin medir las consecuencias”, entre ellas, los problemas de tráfico ya existentes en la autopista a su paso por esa zona y que, en su opinión, “se podrían ver agravados”.
Por otro lado, en la capital de la isla también se ha proyectado ya la ampliación de la ciudad hacia el sur en el que será el “mayor proyecto urbanístico” de España, con 576.000 metros cuadrados urbanizables en los terrenos de la antigua refinería de Cepsa: Santa Cruz Verde 2030. Se trata de un proyecto que “provocará gentrificación y más turismo en Tenerife”, según un estudio realizado por el Marcus Hübscher, doctor en Urbanismo por la Universidad de Leipzig (Alemania), tal y como él mismo explicó en una entrevista a Canarias Ahora.
Más recientemente, el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez (CC), volvió a anunciar, como ya hizo hace unos años, su intención de construir un nuevo hotel, de unas 500 plazas, junto a la playa de Las Teresitas, sin establecimientos de este tipo por ahora en sus aledaños.