El Gobierno canario de CC-PP salva sus primeros presupuestos pese a los reparos del PSOE y NC-BC

Europa Press / Canarias Ahora

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Los grupos que sustentan al Gobierno de Canarias (CC, PP y los minoritarios ASG y AHI) han hecho valer su mayoría en el Parlamento regional para tumbar las dos enmiendas a la totalidad presentadas por el Partido Socialista y Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) al proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2024, que continúa con su trámite parlamentario.

La consejera de Hacienda, Matilde Asián, encargada de defender las cuentas en su debate de primera lectura, resaltó que estos presupuestos se han hecho “con seriedad y rigor”, con un rasgo de incertidumbre “muy elevado” y “en un breve periodo de tiempo”, y destacó que reflejan no solo el compromiso del Gobierno con sus prioridades, objetivos y políticas, sino también con la ciudadanía.

En este escenario, Matilde Asián hizo hincapié en que el Ejecutivo canario ha elaborado unos presupuestos “prudentes” y “con cautela”, teniendo en cuenta el gasto real y dando “prioridad absoluta” al gasto social, pues las partidas destinadas a Sanidad, Educación y Bienestar Social suman un incremento de 680 millones de euros, dos tercios del incremento total del presupuesto.

Asián ha justificado, a su vez, la negativa a bajar el tipo general del IGIC del 7% al 5% (promesa electoral de CC y PP) en que han preferido optar por salvaguardar los servicios públicos, hasta el punto de que ha avanzado que el IGIC no se podrá bajar si los servicios no están plenamente garantizados. De hecho, el IGIC ha subido en determinados productos.

“Fraude electoral masivo”

La oposición, formada por el PSOE (lista más votada en las pasadas elecciones del 28M) y NC-BC, ha criticado sin embargo que prometer en campaña la bajada de un impuesto y luego no hacerlo bajo distintas excusas supone un “fraude electoral”, además de que la única bajada aprobada por este Gobierno de CC-PP es el de la bonificación total del impuesto de sucesiones y donaciones para herencias superiores al millón de euros, algo que solo beneficia al 0,3% de la población de las islas. Esta medida fue la primera adoptada por CC y PP al llegar al Ejecutivo regional.

El portavoz de NC-BC, Luis Campos, incidió en que estos presupuestos son un “fraude electoral masivo” y son la constatación de que Coalición Canaria y el Partido Popular “engañaron a la ciudadanía en la campaña electoral” porque han incumplido “la madre de todas las promesas electorales” al no reducir el IGIC del 7% al 5%.

Campos consideró, además, que son unos presupuestos “imprudentes, temerarios e irresponsables” porque crecen “más que nunca” (un 11% más que en 2023) en un escenario de “máxima incertidumbre” y son unos presupuestos “trucados” porque “falsean” la regla de gasto recomendada por la AIReF, que prevé que se va a incrementar un 6% y no un 3% como estima el Gobierno de Canarias.

En paralelo, Campos afeó la “mala distribución” del gasto al aplicar recortes a sectores como el primario, en 24 millones de euros, a pesar de ser el “más golpeado” por la inflación. A Cultura le quitan 10 millones de euros, nueve millones al Servicio Canario de Empleo (SCE) y detraen transferencias en materia de Igualdad y para luchar contra la violencia de género, que “hasta ahora sólo se hacía en territorios gobernados por el PP y Vox”, censuró Luis Campos, para añadir que el recorte en políticas de cooperación “tampoco es justificable”.

El portavoz parlamentario afirmó, también, que estas cuentas vienen a refrendar “la auténtica antología del disparate” porque no van a ser capaces de sostener el gasto estructural por la menor llegada de ingresos; son los presupuestos “del descontento” al dejar “descolocado” a todo el mundo; y se atreven a “incumplir” las leyes aprobadas por el Parlamento, desde la de Educación, pasando por la de Servicios Sociales y el Sistema Público de la Cultura.

“Una sociedad que devalúa”

Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Sebastián Franquis, afirmó que estos presupuestos ponen de manifiesto que Coalición Canaria y el Partido Popular “quieren una sociedad que devalúa la aportación al valor añadido de nuestra economía, al recortar recursos de la mejora del capital humano, y con unos servicios sociales con menor gasto social”; unos presupuestos que demuestran la “pasividad” del Gobierno canario frente a la pobreza y la desigualdad, que pecan de “insensibilidad” social y con una fiscalidad “injusta”.

Sebastián Franquis criticó que estas cuentas contemplan a los canarios y canarias como “conceptos abstractos” y no miran a aquellos colectivos que tienen más dificultades, a quienes “no se les da una respuesta”. “No son, por tanto, los presupuestos que necesita Canarias y responden a estas personas con absoluta indiferencia a sus preocupaciones y demandas”.

El diputado socialista incidió en que estos presupuestos “ni son prudentes ni son sociales y nacen de un engaño y de una trampa”. “Son los presupuestos del engaño al desengaño porque [CC y PP] prometieron bajadas sensibles del IGIC y lo que han hecho es subir los impuestos, pues los ingresos financieros se incrementan en 1.121 millones de euros, así que no lo hicieron no porque no podían, sino porque no quisieron”, remarcó.

Franquis afirmó que estas cuentas son, a su vez, una “trampa” que sobreestima “de forma indecente” el grado de ejecución del gasto no financiero de 2023, situándolo por encima del 96,5% y poniendo “en riesgo” la sostenibilidad financiera de la comunidad autónoma para los ejercicios económicos posteriores.

Dijo, además, que son unos presupuestos económicamente “ineficaces” y socialmente “injustos”, que adolecen de “importantes carencias” en la política de ingresos y que establecen un orden de prioridades en su política de gastos que “no solo va a dificultar la cobertura de las necesidades básicas del conjunto de la población, sino que van a reiterar políticas económicas que ya se han demostrado ineficaces en épocas anteriores”.

En resumen, afirmó que son unos presupuestos que van a hacer que las familias “paguen más por todo y reciban menos de todo”, que van a crear menos empleo, que van a empobrecer a las clases medias y trabajadoras y que “ensombrecen” el futuro “ya difícil” de los jóvenes.

“Los canarios y canarias han descubierto en 130 días que CC y el PP no dijeron una sola verdad durante la campaña electoral. Dijeron que la crisis era cosa de Sánchez y que ellos iban a solucionarlo, y tras 130 días las cosas están peor. La vida es más cara, no hay medidas para ayudar a las familias ante el incremento descomunal de los precios de los alimentos y el encarecimiento de sus hipotecas, eliminan impuesto a los ricos y tenemos el Gobierno más caro y numeroso de la historia de Canarias, que crece un 30% respecto al 2023”, añadió.

“Sinsabores”

En sus diferentes turnos de réplica, la consejera de Hacienda agradeció a NC-BC que haya reconocido las dificultades que han rodeado la elaboración de los presupuestos por la incertidumbre institucional y económica, y dijo comprender que desde la oposición no se quiera compartir los “sinsabores” que acarrea establecer unas prioridades y repartir gastos para todo el mundo.

Respecto de la intervención del portavoz socialista, dijo que la pobreza que ahora hay en Canarias “no se ha creado en estos últimos cuatro meses” y, si bien reconoció que cuando se entra en política “todos queremos hacer las cosas bien y hacer cosas buenas para los ciudadanos”, los métodos del actual Gobierno son “más eficaces” que los del Pacto de las Flores.

La cifra de pobreza en Canarias llegó a su máximo en 2016 (47% de la población), precisamente con CC en el Gobierno regional y Fernando Clavijo en la presidencia. Aunque el dato sigue estando a la cabeza del país, desde 2019 (año en que se firmó el Pacto de las Flores) se ha producido un retroceso del mismo, pese a la pandemia de COVID y a los efectos del volcán de La Palma y la guerra en Ucrania.

La tasa AROPE en el Archipiélago canario publicada este año (correspondiente a 2022) es la más baja desde 2014 (año en el que se empezó a publicar el indicador). Su evolución ha sido la siguiente: 41,8% en 2014; 38,4% en 2015; 47,0% en 2016; 39,9 % en 2017; 39,2 % en 2018; 38,3 % en 2019; 39,1 en 2020; 37,8 % en 2021 y 36,2% en 2022.