José Miguel Bravo de Laguna, presidente del Cabildo de Gran Canaria, no ha querido aclarar este jueves las informaciones publicadas las últimas semanas en relación a las reuniones y supuestas negociaciones que mantuvo con el empresario Cristóbal Rodríguez Marichal, quien dice ser principal dueño del Centro Comercial Oasis, durante la tramitación del expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural del entorno del palmeral de Maspalomas.
En una rueda de prensa celebrada este jueves, el presidente insular, que ha estado acompañado por la mayoría de los consejeros de su partido, ha insistido en que no ha cometido “ninguna actuación ilegal o ilícita” en relación al expediente del Oasis.
Antes de acceder a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria, Bravo de Laguna asesoró como abogado a Rodríguez Marichal en determinados asuntos urbanísticos relacionados con el Centro Comercial Oasis. Sin embargo, según las informaciones publicadas por el diario La Provincia, Bravo de Laguna siguió reuniéndose en su despacho con el promotor cuando ya era presidente del Cabildo.
Tras una serie de operaciones frustradas con el grupo Lopesan, Rodríguez Marichal rompió en 2013 su relación con el despacho de abogados Bravo de Laguna, ahora delegado en su hija Elena, on una comunicación a través del Registro Oficial del Cabildo.
Posteriormente, el promotor denunció ante la Fiscalía por presuntos delitos de corrupción al presidente del Cabildo, a quien acusa de haber participado, “casi asociado” con Lopesan, en “contratos y negociaciones” relacionados con la renovación de establecimientos y recalificaciones en la zona del Oasis de Maspalomas.
Preguntado sobre este extremo, Bravo de Laguna ha manifestado este jueves que su asesoramiento anterior “no era incompatible” con la declaración de Bien de Interés Cultural del Oasis y que, por ello, no se abstuvo en la votación del Consejo de Gobierno insular.
El dirigente del PP también ha negado que su hija Elena haya asesorado a la empresa de Rodríguez Marichal cuando se abrió el procedimiento. Para Bravo de Laguna, “no es preciso dar explicaciones públicas” sobre su relación con este empresario.“Me he reunido con mucha gente sobre este asunto, incluido Riu, hasta en tres ocasiones, pero no he recibido ninguna presión”, ha afirmado.
El presidente grancanario ha remarcado que de las 50 alegaciones presentadas entre septiembre de 2013 y febrero de 2014 al expediente del Oasis “no ha habido ni una del Centro Comercial, ni de Rodríguez Marichal, ni de su empresa”, lo que demuestra, a su juicio, “que no tenía ningún interés en el BIC”.
“No he actuado ilegalmente y no me voy a someter ahora a un juicio como si estuviese delante del fiscal”, ha respondido a la pregunta de una periodista al término de una tensa rueda de prensa.