El empresario Ignacio González Martín y su hijo Ignacio González Santiago, presidente del Centro Canario Nacionalista (CCN), se referían al expresidente del Gobierno canario, Lorenzo Olarte, en tono jocoso como “el fenómeno”, o incluso “viejo” y “al de allá”. En una de las conversaciones telefónicas interceptadas por la policía entre Nacho y su padre, el primero no duda en hablar del veterano político en un tono que resulta un tanto despectivo: “El fenómeno muchacho me tiene loco. Mira montando unas, papá, que no te imaginas, es nefasto. En vez de ponerse a hacer campaña que es lo que tiene que hacer, que para eso se le fichó, éste se mete en unos rollos en el partido. Está todo el día conspirando con todo el mundo. Es terrible. Pero terrible”. La investigación policial determinó de estas y otras conversaciones que efectivamente la familia González estaba gastando dinero propio en la campaña del Centro Canario Nacionalista (CCN).
De hecho, González Santiago acaba por confirmarlo: “Nos estamos gastando lo que no está escrito”. El fichaje de Olarte costó casi 44.000 euros realizados en dos pagos, según pudo constatar la investigación policial. Sin embargo, el concepto que tienen del veterano político no parece ser demasiado positivo.
Al respecto, Nacho indica que “es de una madera especial, terrible. Me llama, me cuenta, después me entero de lo que va diciendo por ahí. ¡Una cosa!”. El presidente del CCN parece muy interesado en que Olarte no se inmiscuya en las cuestiones del partido y pide la intermediación de su padre para que le dé instrucciones concretas: “No te ocupes de nada y menos del partido. Tú eres el candidato”.
Especialmente preocupado estaba Nacho con las declaraciones que Olarte hacía en aquella época pidiendo que el Parlamento canario tuviera una sede en Las Palmas de Gan Canaria o con su intención de organizar un macromitin en el Auditorio Alfredo Kraus para presentarse como candidato al Cabildo. “Es que eso cuesta una millonada”, dice Nacho. Unos días después, también a principios del año 2007, Pedro González, hijo del empresario, llama a su padre preocupado por que Olarte “está a punto de tirar la toalla”. Más adelante indica que si “al otro de allá le da por coger las maletas y mandarse a mudar, se jodió el invento”.
En otro momento, Olarte da indicaciones a Pedro González de cómo conseguir un préstamo al partido sin pasar por una entidad crediticia y asegura que va a contactar con unos amigos suyos en el Tribunal de Cuentas para informarse mejor. “Yo, como tengo algunos amigos en el Tribunal de Cuentas de reino, que vigilan esto... desde el presidente, hasta los últimos... no obstante, yo llamaré también”, indica el entonces candidato.
De otra de las conversaciones se deduce que Pedro González está gestionando el alquiler de un local para utilizarlo como sede de campaña pero figurando como titular del contrato la empresa CANESA SA, propiedad de su familia. “Ocho meses de alquiler nos lo podemos chupar también si se pone a tiro, dile ocho meses”.
En otras ocasiones los miembros de la familia se refieren a Rosalba, vinculada a la campaña del CCN, aunque también trabaja en la Cámara de Comercio que preside Ignacio González Martín. Para que esta trabajadora pudiera dedicarse a las labores del partido, decidieron darle tres meses de vacaciones en la Cámara, “de lo que nadie se va a enterar”.
Sin embargo, Rosalba se queja: “eEs que son... demasiados muertos”. En uno de los momentos otro de los hijos, José González, se llega a referir a esta trabajadora como una “descerebrada”, pese a que González Martín la define como “experta en medios”. Más adelante, Pedro González da indicaciones para que el pago en Venezuela de una canción para la campaña se cargue desde su cuenta corriente y no en la del CCN. Arturo Escuder, miembro de Asinca se desplazó en varias ocasiones a Caracas para gestionar este asunto, unos viajes que son costeados por la Cámara de Comercio.