La Confederación Española de Policía (CEP), ha denunciado este lunes lo que denominan “graves deficiencias” en materia de medios de protección vitales para los agentes que, destinados en la Comisaría Local de Sur de Tenerife, desarrollan funciones de prevención de la delincuencia y mantenimiento de la seguridad ciudadana en motocicletas.
Según explica la CEP en un comunicado, los agentes “deben costearse ellos mismos los cascos que eviten, en caso de accidente, lesiones graves que pueden llegar a provocar la muerte”. “Un elemento como éste, obligatorio cuando se circula en motos y que salva vidas, debe ser costeado por la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, especialmente como garantía de que la labor policial es segura para sus principales protagonistas, los funcionarios, respetando, además, la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales”, relata.
“Las carencias y restricciones que viven los policías destinados en la Comisaría Local de Sur de Tenerife se prolongan más allá de elementos vitales de seguridad y afectan”, continúa la CEP que añade en la nota que “sólo el 36% de los vehículos patrulla disponibles están operativos”. “Esto ha obligado a que los policías deban realizar su labor a pie, ya que incluso ninguna de las dos furgonetas existentes en la dependencia puede ser empleada para el transporte de personal”, puntualiza.
El CEP aclara que “el patrullaje a pie no es algo inusual y contribuye también a garantizar la seguridad de los habitantes a los que sirve la Comisaría”. “Pero no es, en ningún caso, una modalidad de servicio que pueda sustituir a la labor de los coches patrulla, que no sólo transportan a los policías más rápidamente sino que, en caso de un requerimiento urgente de auxilio, son el medio más eficaz para responder a la demanda ciudadana de ayuda”, mantiene.
Por último, la CEP ha realizado un llamamiento a la Jefatura Superior de Policía de Canarias para que, “en la medida de sus posibilidades”, ponga fin, cuanto antes, a estas graves carencias materiales que, en el caso de los casos para motocicletas, suponen un gasto discreto y una rentabilidad, en términos de seguridad, muy elevada.