El presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos, ha dicho este viernes que el cambio de los más de 80 sillones del Salón de Plenos de la Cámara, por un coste total de 1.157 euros cada uno y algo más de 100.000 euros en total, no es un “capricho” y está motivado por criterios técnicos del servicio de mantenimiento. En una entrevista a Cope Canarias ha indicado que el cambio se realiza para cambiar los actuales, con más de 30 años de uso, siendo el Parlamento canario el único de toda España que no ha acometido una modificación de estas características.
Matos ha criticado el “salseo” y la “demagogia” en torno a este contrato que se basa en un informe técnico que apunta que los sillones actuales son “insostenibles” y “están obsoletos”, pues cada vez que se rompen hay que hacer piezas a mano, aparte de que son ignífugos e incumplen la ley.
Con el informe técnico en la mano, ha indicado, se solicitó otro informe a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias para que definiera cuál es el modelo de sillón más apropiado dado que la sede cameral es Bien Interés de Cultural (BIC). A partir de ahí, Matos ha señalado que los técnicos de la Cámara elaboraron los pliegos del contrato y las bases del concurso y las empresas se presentan, subrayando que al final “salió bastante bien” de precio pues a comienzos de legislatura, por ejemplo, se compraron dos escaños nuevos a raíz de la ampliación del número de diputados y un artesano de La Orotava los elaboró por más de 1.600 euros cada uno, con lo que la rebaja es de un 20% aproximadamente.
Matos ha ironizado con que se podían haber puesto “sillones de Ikea o Leroy Merlin” dado que la Mesa del Parlamento no tiene ningún interés en un modelo u otro, pero no se puede por aspectos técnicos derivados de la condición BIC del edificio. De hecho, ha indicado que ningún político ha participado en la elaboración del expediente, solo los técnicos de la Cámara.
Lamenta la imagen negativa
El presidente del Parlamento canario ha lamentado que se ha intentando “arrojar” una imagen negativa sobre la institución y de forma “torticera” para dar una “apariencia” de que los diputados son “señores despreciables” que solo piensan en “lujo y confort” y no tienen “ningún respeto” por el dinero público.
Asimismo, ha dicho que le “entristecen” las declaraciones de algunos responsables públicos que podrían “haber tenido más rigor” y “al menos haber llamado” a miembros de la Mesa para tener alguna explicación sobre un expediente que está “colgado en la web del Parlamento desde el primer minuto”.
Ha reivindicado que se ha logrado “el precio más justo de mercado y menos gravoso para las arcas públicas” y entiende que cualquier comparación con un caso de desahucio hace que un gasto de este tipo sea “llamativo e injusto”.
El presidente ha comentado que los escaños que se van a reponer se va a tratar de reutilizarlos en otras dependencias de la Cámara si fuera posible e indicado que “en privado” muchos diputados apoyan la iniciativa porque hay “quejas permanentes”.