La ausencia de dos ediles del PP Majo a quienes no se les notificó la celebración del Pleno que iba a nombrar al nuevo alcalde en La Oliva, además encontrarse cerrado el edificio después de que el exalcalde Domingo González Arroyo cambiara la cerradura, suspendieron la sesión.
El alcalde en funciones del Consistorio, Pedro Amador, convocó el pasado miércoles un pleno extraordinario para nombrar al nuevo primer edil después de que una sentencia judicial inhabilitara para cargos municipales durante nueve años a González Arroyo, por un delito de prevaricación.
Sin embargo, la Policía Local de La Oliva y el notificador se negaron a entregar las notificaciones alegando no tener claro si Pedro Amador podía desempeñar las funciones de alcalde.
Este hecho obligó a la secretaria del Consistorio a avisar a algunos concejales a través de correo electrónico o, incluso, whatssApp, pero los ediles del PP Majo Rafael Avendaño y Rafael Benítez, que sería nombrado como nuevo concejal en sustitución de González Arroyo, no pudieron ser notificados y eso provocó que hoy no acudieran al pleno.
Ante las puertas del Consistorio, Pedro Amador explicó que ha sido “imposible” llevar a efecto este pleno por dos motivos: “No hay llave para entrar en las dependencias municipales y faltan dos concejales por no estar convocados legalmente, por lo que de celebrarse sería nulo de pleno derecho”.
El Ayuntamiento de La Oliva recibió el 17 de diciembre la credencial enviada por la Junta Electoral Central para nombrar a Rafael Benítez como nuevo concejal al ser el siguiente en la lista del PP Majo, lo que supondría la retirada de cargo público a Domingo González Arroyo y, además, daba 10 días hábiles, que se cumplen este 30 de diciembre, para celebrar pleno y nombrar nuevo alcalde.
Sin embargo, González Arroyo ha hecho oídos sordos a la Junta Electoral Central y ha seguido esta semana acudiendo a la Alcaldía, donde ha firmado varios decretos, entre ellos los ceses del primer teniente de alcalde, Pedro Amador, y del gerente del Consorcio de Aguas, Jerónimo Soto, así como el nombramiento de Guacimara González como primera teniente de alcalde.
Amador insiste en la importancia de celebrar un pleno no solo por la necesidad de nombrar nuevo alcalde, sino por estar pendientes la aprobación de las cuentas anuales de 2014 que, de no hacerse antes del 30 de diciembre, el Ayuntamiento podría perder 1,7 millones de euros, además de una subvención del FEDER a Suministros de Aguas de La Oliva de 1,69 millones de euros.
Pedro Amador convocará un nuevo pleno para el próximo lunes -28 de diciembre- con la intención de sacar adelante esos temas y señala que pedirá auxilio a la Delegación del Gobierno para, si fuese posible, que sea la Guardia Civil la que notifique a los concejales su celebración.
Claudina Morales (CC) critica la postura de algunos grupos políticos con representación en el Consistorio, a los que ha acusado de participar estos días “en un circo en el que no hemos querido estar”, además de hacer a CC responsable de que el pleno de hoy no se podía celebrar diciendo que “nos hemos negado a recoger la convocatoria”.
La portavoz del PSOE, Rosa Fernández, tilda de “vergonzoso” que la puerta del Ayuntamiento no estuviera abierta y ha indicado que el alcalde en funciones tiene “potestad suficiente” para llamar a un cerrajero para que hoy se hable en el salón de plenos y no en la calle y, asimismo, lamenta la ausencia de la Policía Local, que “solo depende del alcalde en funciones”
Por su parte, Claudio Gutiérrez (PP) también aboga por buscar lo antes posible una situación de regularidad en el Consistorio norteño.
En base a la Ley de Cabildos y a la Ley de Municipios el alcalde en funciones, Pedro Amador, solicitó esta semana asistencia jurídica al Cabildo por lo que ha contado con el asesoramiento de su secretario, Miguel Ángel Rodríguez.
Además, la secretaria del Cabildo majorero “va emitir un informe donde clarificará quién es el alcalde y qué funciones tiene”, destaca Amador.