La última terraza de verano de SCTF acaba en los tribunales

Noé Ramón / Noé Ramón

La última terraza de verano que en sentido estricto se ha abierto en Santa Cruz ha salido bastante mal parada de esta aventura que finalmente se ha saldado con la imposición de una multa de 18.000 euros más otros 2.000 en costas judiciales. La sanción fue decidida por la Autoridad Portuaria propietaria de los terrenos donde se situó la terraza Can-buy-on y fue ratificada por el Superior de Justicia de Canarias (TSJC). No obstante, en este último ámbito se rebajó la cantidad inicial de 60.000 que en principio fijó el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria a principios de 2009.

El procedimiento se inició al considerar el organismo estatal que la empresa Hobby Náutica SL, propietaria de la terraza, había incumplido las condiciones de la concesión recogidas en el concurso de ideas convocado en su momento. Y es que Puertos pudo demostrar que en vez de tratarse de un establecimiento abierto al público en general, al final se convirtió en una especie de club privado al que sólo podían acceder socios y usuarios de la base náutica allí instalada.

De esta manera se incumplía el objetivo de que las instalaciones pudieran ser utilizadas por todos los chicharreros. Los promotores además apelaron a un supuesta autorización verbal por parte del presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza para explotar este espacio. Sin embargo, al final este consentimiento no se pudo probar y tan sólo se comprobó que existieron unas conversaciones preliminares que no llegaron a cristalizar.

Únicamente se aportaron como pruebas las declaraciones de los propios socios de la entidad por lo que los tribunales no les otorgaron demasiada credibilidad. Sin embargo se acordó rebajar de forma significativa la sanción de 60.000 a 18.000 euros en cuanto nunca se pudo demostrar de forma fehaciente las ganancias reales de esta terraza. Ahora el Tribunal Supremo (TS) se acaba de pronunciar sobre este contencioso y ratifica la sentencia anterior además de obligar a Hobby a abonar otros 2.000 euros más en costes judiciales.

De esta manera acaba otro capítulo más de la mala suerte que parece perseguir durante los últimos años a las terrazas de verano que se abren o intentan hacerlo en Santa Cruz. De hecho, desde el año 2008 no se ha contado con otra de estas características, sino tan sólo un local de copas que en realidad parecía más bien una discoteca situado al lado del Intercambiador.

La instalación de terrazas de verano ha ido paulatinamente en decadencia tras algo más de una década en la que se convirtieron en espacios muy concurridos de las noches veraniegas de Santa Cruz. Así ocurrió desde mitad de la década de los años ochenta, cuando se montó la primera en la plaza de la sede del Colegio de Arquitectos en las Ramblas.

Otras instalaciones de este tipo se fueron abriendo con posterioridad en distintos lugares de la ciudad como en la parte baja de la calle Ramón y Cajal o la propia plaza de Toros para recalar finalmente en la zona litoral de la ciudad. Desde principios de la década de los noventa, los chicharreros pudieron disfrutar de las noches estivales en lugares como la antigua estación del jet-foil, en la Dársena Pesquera, frente al Cabildo o en un espacio situado entre el Auditorio y el Parque Marítimo.

La época de mayor esplendor de esta oferta fue la década de los noventa, cuando llegaron a abrirse a la vez hasta cinco terrazas en terrenos de la Dársena Pesquera, más otra en la estación del jet-foil. Pero ya a partir de entonces la apertura de este tipo de establecimientos comenzó a languidecer paulatinamente, a pesar de que parecía que los tinerfeños no podían entender el verano sin sus terrazas.

Entre 2003 y 2007 ya sólo se contaba con una de estas instalaciones en el Parque Marítimo que acabó cerrando. En 2008 hizo lo propio Can-Buy-On que acabó encallando en los tribunales y tampoco tuvo mejor suerte la discoteca del Intercambiador, En este verano tampoco se pudieron abrir las instalacioens, pese a los intentos de última hora del alcalde, José Manuel Bermúdez, ya que aún no se ha modificado el Plan Especial del Parque Marítimo.