Este artículo deseaba publicarlo desde el 3 de diciembre del 2020, un día después de que diéramos en Por Fogones la triste noticia del cierre entonces del restaurante Neodimio 60, ese pequeño rincón que enamoró por completo a los amantes de la gastronomía que pudieron conocer las manos que Dani D’Angelo tiene para la cocina, y las de Nayra Suárez en su manejo de los cocktails. En su día dijeron que “no es un adiós, es un hasta pronto” y ese momento ha llegado con el nacimiento de Pikza, donde uniendo fuerzas con uno de los mejores sumilleres de las islas, Esteban García, se embarcan en un proyecto de ideas tan claras y sencillas que los hacen triunfar desde el primer día.
En Pikza la carta no es muy grande porque va directa al grano, la mejor pasta, la mejor masa y los mejores productos. A partir de ahí, la mano de Danny y su equipo que se encargan de que todo salga en el justo punto para deleite del comensal.
Una ensalada caprese Pikza con tomate y stracciatella para rebañar el plato; los gambones crujientes de la casa con mayonesa picante de Nduja calabresa, de los que dejas únicamente la cola, y un “pank tumaka” de la casa con coppa di Parma IGP del que dos días después aún estoy pensando en él, son algunos de los entrantes que marcan el paso de la casa.
En los principales, potencia y sabor con los ziti alla genovese, plato muy tradicional de la ciudad de Nápoles consistente en una pasta larga y recortada en plato acompañada de un guiso de carne y cebolla de los que pedirías pan para dejar el plato limpio. Lo más parecido a viajar al sur de Italia sin salir de Gran Canaria.
Adictivos los gnocchi de ricotta con pesto de calabaza, nueces y queso pecorino consiguiendo que los matices y sabores mixtos de cada ingrediente se fundan en un bocado que explota en boca a cada instante.
Y como cierre de este viaje a Italia sin salir de Gran Canaria, unos ravioli de millo con mantequilla noisette trufada, el triunfo por la puerta grande de la excelencia y ejecución de un plato sublime.
De postre, la ya intocable focaccia con crema de pistacho que nació en ese pequeño pop up hace nueve meses y que les sirvió como banco de pruebas y puesta a punto de su proyecto definitivo. Pero atención a uno nuevo como es la crepe rellena de crema catalana y cubierta por caramelo salado, que se antoja como uno de esos postres que nacen para no salir nunca de la carta, lo veo venir.
Pero en Pikza no solo se come, también se bebe y muy bien. Para empezar y terminar mi recomendación, lo mejor es ponerse en manos de Nayra para que, según sus gustos, les prepare el cocktail que decidan. Todos elaborados al momento y con un resultado impecable tanto para empezar antes de los entrantes como a la hora de acompañar al postre.
Pero por si eso fuera poco, Esteban García, ex sumiller de Poemas by Hermanos Padrón y tercer socio del proyecto junto a Danny y Nayra, ha sido el encargado de elaborar una de las cartas de vinos más completas que se puede uno encontrar en un restaurante. De Canarias y del exterior, la posibilidad de elegir cualquier referencia por copas e incluso atreviéndose a proponer alguna cata vertical para grupos de amigos muy interesados en vivir una experiencia especial en torno a algunos vinos.
En resumen, muy interesante este primer acercamiento a Pikza teniendo en cuenta que están en pleno rodaje. El local es amplio y acogedor incluso contando con que dispone de tres entornos diferentes y una barra que promete diversión asegurada. Por ajustar los tiempos de servicio aunque también se entiende por la obsesión de Danny en que todos los puntos de la pasta sean impecables, de ahí que se niegue a que pueda ser degustada fuera del local, bien sea en glovo o take away. Porque “la pasta tiene su punto de cocción y de servir, todo lo demás es estropearla, alargarla y que el comensal no la disfrute igual”. “Hemos creado Pikza con la única idea e intención de poner en valor la cocina italiana bajo mi punto de vista y sin mayores pretensiones de que la gente coma bien, pase un buen rato y lo disfrute. Si los clientes salen contentos, nosotros ya nosotros nos damos por satisfechos”.
Y fíjense ustedes si en mi caso salimos contentos que al día siguiente “repetimos” pero decantándonos por llevarnos algunas de sus “pikzas” a casa. La de calabaza con panceta ahumada, mozzarella y provolone es golosa como pocas, la de tres quesos con mozzarella más un chutney de pera y manzana, una exquisitez.
La nueva dirección de Pikza es en la calle Diderot, 23 y su Instagram, donde pueden tener toda la información para reservar, @comandopikza.
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