El Gobierno vasco admite problemas con el ciclismo de base pero incide en que ninguna carrera ha dejado de celebrarse en 2024
El Gobierno vasco, por boca de su consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha admitido este lunes que aún no se han solucionado los problemas que dificultan la organización de pruebas de ciclismo en carretera de base en Euskadi, con especial incidencia en Gipuzkoa. Ha reiterado en más de una ocasión, eso sí, que en lo que va de 2024 se han celebrado todas las pruebas ciclistas que han requerido de la cobertura de la Ertzaintza. “Salta a la vista que aún no hemos solucionado el problema”, ha admitido, aun así. En una comparecencia en el Parlamento Vasco, Zupiria se ha mostrado predispuesto a seguir conversando para avanzar en la resolución de los problemas y poder llegar a acuerdos con los diferentes actores del sector. EH Bildu, que había solicitado su comparecencia, se ha quejado de que todo está “en el aire”, con resoluciones adoptadas por el Parlamento Vasco hace ya más de un año que no han empezado a cumplirse. “Los clubes no saben qué hacer”, se ha quejado la coalición abertzale, que ha apuntado a que, pese a que se aprueba un calendario a comienzos de año, luego llega la fecha de las pruebas y el permiso en unas ocasiones no se recibe y en otras apenas llega con unas horas de antelación, lo que dificulta la organización.
Según los datos brindados por Zupiria este lunes, la Ertzaintza ha custodiado en lo que va de 2024 —concretamente desde marzo hasta octubre— un total de 204 pruebas deportivas en las carreteras de Euskadi; de ellas, 39 en Bizkaia, 54 en Álava y 111 en Gipuzkoa. En cuanto a la tipología, han sido 132 carreras ciclistas, 17 marchas ciclistas, 16 pruebas de atletismo, 17 pruebas de triatlón y duatlón y 22 carreras de automovilismo. “No ha habido fin de semana libre en la unidad de Tráfico para los profesionales que se encargan de custodiar las pruebas que se celebran en las carreteras”, ha ilustrado el consejero. Y algunos de esos fines de semana, ha añadido, han coincidido con vacaciones, Semana Santa y la 'operación salida' del verano. “La Ertzaintza ha tenido la capacidad de custodiar todas las pruebas que se han solicitado. Todas. No ha habido ni una que se haya quedado sin celebrar por la Ertzaintza”, se ha congratulado.
El consejero, que ha estado acompañado este jueves en sede parlamentaria de Joana Egiluz, la nueva viceconsejera de Protección Civil desde este viernes, ha señalado que han surgido nuevas circunstancias y variables que complican la organización de carreras ciclistas en carretera. “Lo que antes se hacía con voluntarios ya no se puede hacer así, y hay que buscar otro tipo de recursos”, ha señalado el consejero. Ha apuntado, en este plano, tanto a los señalistas como a los recursos médicos. Otro de los problemas es el de los señalistas, que escasean. Durante el paso del Tour de Francia por tierras vascas en 2023, hubo un problema similar, pues la organización se vio obligada a contratar a señalistas profesionales para 1.460 puntos. Ya entonces, las federaciones territoriales denunciaron que se dedicara dinero a esta prueba profesional cuando en el deporte de base se “apretaba el cinturón”. Y, de hace dos años a este parte, ha surgido un nuevo problema con los motoenlaces, que, si bien actúan como voluntarios, requieren de un seguro. Por otra parte, ha abundado Zupiria, existe una tendencia a evitar que los recorridos se adentren en las localidades, por las dificultades que ello entraña. Todo ello deviene en una realidad diferente. Ha aprovechado la comparecencia, además, para reiterar que la N-1 no es una carretera para pruebas ciclistas. “En muchos puntos es la única vía de comunicación y no puede estar cerrado. Y que una carrera pase por ahí significa que tiene que estar cerrado”, ha lamentado.
El consejero, en cualquier caso, ha prometido que la Ertzaintza va a analizar desde el punto de vista del tráfico todas las carreras que se han celebrado a lo largo del año. Se van a recoger las incidencias que se han ido recogiendo prueba a prueba para someterlas a un análisis adecuado. Ha abierto la puerta a estandarizar la reglamentación, de modo que no haya diferencias entre los tres territorios. “Vamos a escuchar con respeto tanto al organizador de una prueba que se lleva celebrando 84 años como al responsable de Tráfico que tiene 40 años de experiencia, porque ambos, cada uno en su área, tienen el conocimiento y la sabiduría”, ha prometido. Y ambos, ha dicho, serán la clave para solucionar el entuerto.
Zupiria ha señalado que el de los problemas para la organización de las carreras ciclistas fue un asunto del que ya hubo se ocuparse también en las dos anteriores legislaturas, en las que se desempeñó como consejero de Cultura y Política Lingüística. Fue este conocimiento de la situación, ha dicho, el que le llevó a tomar las riendas de la situación desde el Departamento de Seguridad y reunirse con la Federación Guipuzcoana de Ciclismo ya en septiembre. Conversó entonces con miembros de la federación, señalistas, ambulancieros de la Cruz Roja y responsables, entre otros. “No sé si encontramos la solución, pero hablamos, y salí de la reunión con la sensación de que habíamos levantado un puente para el entendimiento”, ha señalado. Siguieron a esta más reuniones, ha subrayado. “Salta a la vista que aún no hemos solucionado el problema”, ha admitido, aun así. Se ha mostrado abierto a celebrar las reuniones que sean necesarias para entenderse unos con otros y remendar la situación.
“Todo está en el aire”
El consejero de Seguridad ha comparecido en el Parlamento Vasco a petición de Rebeka Ubera, de EH Bildu, que requirió a comienzos de octubre explicaciones sobre los problemas que se vienen sucediendo a la hora de organizar carreras ciclistas de base. Ubera ha apuntado a que a estas alturas aún no se ha cumplido la resolución que se aprobó por unanimidad en el Parlamento Vasco en junio del pasado 2023. ¿A qué se instaba en esta resolución? Por una parte, al Gobierno vasco a que, “en colaboración con el resto de instituciones públicas vascas y las federaciones ciclistas, y dentro de sus respectivas competencias, ponga en marcha, en los términos que acuerden el Gobierno, las diputaciones y las federaciones ciclistas, una mesa de búsqueda y acuerdo de procediminetos, recursos y soluciones a las necesidades existentes en materia de carreras ciclistas de base antes del inicio de la próxima temporada”. Se instaba, asimismo, “a todos los agentes a que en esta mesa de diálogo y consenso analicen, entre otras cuestiones, el calendario de carreras y sus horarios, los recorridos, la seguridad de ciclistas y carreteras, así como las necesidades y medidas que garanticen la seguridad de las personas voluntarias”.
A esta resolución siguió el 13 de octubre una movilización impulsada en Donostia por la Federación Guipuzcoana de Ciclismo para pedir que se subsanara el problema con la seguridad de las carreteras que impide la celebración de competiciones de ciclismo de base. “No hay movimiento desde entonces”, ha lamentado Ubera, que ha subrayado además que la situación coincide ahora con la pretemporada, momento en que se están conformando los equipos y solicitando las equipaciones. “Todo está en el aire y los clubes no saben qué hacer”, ha remarcado. “Espero que en noviembre de 2025 no tengamos que volver a pedir una comparecencia”, ha añadido.
¿Cuáles son los problemas? Según ha indicado Ubera, existe un calendario que se acuerda en enero, pero luego va llegando con puntualidad la fecha de las competiciones y no es posible conseguir permiso para celebrarlas. Ha aludido, como ejemplo significativo, a la 85.ª edición de la prueba ciclista del Valle de Léniz, que acabó celebrándose el 16 de agosto. El permiso, que además vino sin que estampara en él una firma, habría llegado en la tarde del 14 de agosto, víspera de día festivo. Si en enero se aceptan unas condiciones y unas fechas, ha razonado, con eso debería bastar. Ha dicho no entender, por otra parte, por qué existen dos niveles diferentes a la hora de imponer condiciones: por un lado están Álava y Bizkaia, mientras que Gipuzkoa queda en el otro. “Lo que se permite en Álava y Bizkaia no se permite en Gipuzkoa”, ha apostillado. “Las medidas de seguridad que se tomaron para el Tour [de Francia] tampoco se tienen en cuenta en el ciclismo de base”, ha abundado Ubera.
A este respecto, Zupiria ha apuntado que en Gipuzkoa se celebran más pruebas deportivas en carretera que en cualquier otro territorio. La orografía de ese territorio, además, es de sobra conocida y presenta dificultades específicas ya conocidas también por otros ámbitos, no solo por el deportivo. Ha hablado de la forma de embudo que tiene Gipuzkoa y de cómo se juntan en ese punto itinerarios que conectan con el resto de Europa e incluso ha apuntado al río Bidasoa. Todo ello, ha señalado, tiene gran incidencia en el transporte y lo condiciona.
Ubera también ha señalado que hay muy poco margen de maniobra a la cola de las carreras. Aquellos competidores que se quedan rezagados por unos pocos minutos, quedan rápidamente fuera de la carrera, pues la Ertzaintza viene por detrás cerrando la carrera al poco. “En las carreras vemos que, en cuanto se quedan un minuto o un minuto y poco por detrás del pelotón, los ertzainas los dejan fuera. Es muy duro cuando le has dedicado horas y horas, mes tras mes, a entrenar”, ha dicho Ubera, que ha puesto como ejemplo una carrera en Elgoibar en la que los agentes, según ella, una mala actitud. “Había familias llegadas de otros lugares, como Mallorca, que no entendían lo sucedido”, ha añadido, para luego decir que situaciones como esta conducen a sinsentidos como que haya más margen entre los profesionales que entre los ciclistas de las etapas de formación.
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