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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera
Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

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Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

En esta ocasión, el nombre del virus sobre el que se articula toda la narración responde a las siglas HBV2 y, como dice un epidemiólogo con el que se encuentran los protagonistas de la historia, Éste usa el código genético de sus víctimas para replicarse. El ADN del HBV2 contiene las secuencias genéticas de lo mejor que ha creado la naturaleza en el reino animal y vegetal… Es como si se hubiera colado en los códigos genéticos de miles de especies y hubiera copiado las partes más interesantes.

Todo este desaguisado empieza durante una excursión estudiantil hasta los húmedos y agobiantes pantanos de lo que en su día formó parte del territorio de la antigua Luisiana francesa. En aquel lugar, un grupo de adolescentes canadienses se ha pasado dos semanas buscando especímenes de anfibios, para el regocijo del profesor al cargo y la desesperación de buena parte de sus alumnos. Cuando llega el día de regresar, todos se topan con una realidad que había pasado desapercibida, ante el aislamiento tecnológico al que habían estado expuestos durante su aventura científica. Ni que decir tiene que esta “nueva realidad” se presentará de una forma brusca, impactante y sin darles ningún tiempo para poder asimilar todo lo que está pasando a su alrededor.